Después de que 14 hospitales de Ontario se vieran obligados a cerrar sus salas de emergencia, camas o unidades de cuidados intensivos este fin de semana, los trabajadores de la salud aseguran que varias deficiencias sistémicas han llevado a un sistema de atención médica en crisis.
El personal en primera línea sostiene que el COVID-19 ha acentuado las grietas en los cimientos de un sistema que ya estaba al borde del colapso. Los tiempos de espera nunca han sido más largos.
Las últimas cifras y datos de Health Quality Ontario, una agencia creada por el gobierno para conectar y coordinar el sistema de atención médica y garantizar que los habitantes de Ontario reciban la mejor atención posible, muestran que en mayo los pacientes esperaron un promedio de 2.1 horas para una primera evaluación por parte de un médico en una sala de emergencias.
El tiempo de espera promedio para ser admitido en un hospital fue de 20,1 horas, el más alto registrado.
Los expertos en salud dicen que COVID-19 ha exacerbado los bajos niveles de personal
La semana pasada, la Asociación de Enfermeras de Ontario (ONA, por sus siglas en inglés) indicó que había escuchado de miembros sobre la escasez de personal que afectaba a más de una docena de hospitales de diversas maneras antes del fin de semana largo.
Hoy agregó que su sindicato estaba «alarmado» por el impacto que la escasez de enfermeras está teniendo en la atención de los pacientes en Ontario.
La recién nombrada ministra de salud, Sylvia Jones, aún no ha hablado públicamente. Esto llevó al NDP de Ontario a emitir una declaración antes del fin de semana con una sola pregunta: «¿Dónde está Sylvia Jones?»
Un portavoz de Jones le dijo a los medios que desde el comienzo de la pandemia, el gobierno ha agregado más de 10.500 trabajadores de la salud y la provincia continúa trabajando con hospitales y sindicatos para abordar “el desafío de mantener los niveles de personal requeridos”.
Eso ha aumentado el tiempo y el esfuerzo para cuidar a cada paciente. Sin mencionar que los cambios relacionados con COVID-19 han hecho que cada tarea consuma más tiempo.
A esta situación también se le suma otro desafío: no tener un sistema unificado de registros médicos electrónicos, lo que a menudo conduce a pruebas y procedimientos repetidos.
El defensor del paciente de Ontario confirmó que ha visto un aumento en las llamadas y las quejas por escrito sobre los tiempos de espera y el triaje en la sala de emergencias, pero aún representan solo alrededor del 6 por ciento del total de quejas que recibe la oficina.
