San Salvador, 9 ene (EFE).- El Gobierno de El Salvador expresó hoy su alegría por la reciente noticia de que el asesinado arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, ha sido reconocido «mártir» por la Congregación para la Causa de los Santos, lo que «allana totalmente el camino para (su) beatificación».
«Todos conocemos el martirio de monseñor Romero y este día la Comisión de Teólogos de Doctrina de la Fe ha dado el dictamen donde hay un reconocimiento formal por parte de la Iglesia del martirio de monseñor Romero, ese es el primer paso seguro para el camino de la beatificación», dijo entusiasmado el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, durante una declaración a la prensa.
Por su parte, el canciller salvadoreño, Hugo Martínez, también expresó su alegría por el reciente anuncio.
El diario católico italiano Avvenire publicó hoy en Roma que la Congregación para la Causa de los Santos por «decisión unánime» reconoció el martirio de Romero, es decir, que fue asesinado por «odio a la fe», lo que significa el primer paso para su beatificación.
«Estamos muy contentos de que se ha dado este anuncio, porque allana totalmente el camino para la beatificación de monseñor Romero, ese es un paso fundamental, estamos muy contentos», destacó Martínez.
Como Gobierno «estamos muy complacidos (…) por este paso, que es el paso fundamental para la beatificación de monseñor Romero», subrayó.
Añadió que «este proceso no es un proceso del Gobierno de El Salvador, no es un proceso de un sector de la sociedad salvadoreña, es un proceso del cual nos debemos sentir orgullosos todos los salvadoreños y salvadoreñas de buen corazón».
Tras este importante paso, se estará a la espera de la aprobación en el Congreso de los Obispos y Cardenales, quienes finalmente pedirán el visto bueno del papa Francisco para ordenar la beatificación, según dicta la norma canónica, destaca un boletín de Cancillería salvadoreña.
En marzo de 1994 se abrió el proceso de beatificación del prelado y tras concluirse su fase diocesana, que redacta el informe sobre la vida, en 1997 pasó a la Congregación de la Doctrina de la Fe para que diera su autorización.
El proceso vivió una fase de estancamiento y sólo en 2005 la Congregación para la Causa de los Santos dio el visto bueno para que continuara, mientras que con la llegada del papa Francisco en marzo de 2013 se ha vivido una aceleración a la beatificación de Romero.
Romero, que se caracterizó por defender a los más pobres y desprotegidos, fue asesinado en los días previos al estallido del conflicto armado salvadoreño (1980-1992) por un francotirador cuando oficiaba una misa el 24 de marzo de 1980 en una capilla de San Salvador.
La declaración del «martirio» es decisiva para su beatificación, ya que entonces no es necesario reconocer un milagro, mientras que después continuará la fase para la posible canonización.
Sánchez Cerén adelantó que «si ese hecho (de la beatificación) se da», y si es posible de que se lleve a cabo en el país, invitará «a los presidentes de América Latina para que nos acompañen en la posible, si se da, ceremonia de beatificación de monseñor Romero».