El rey Juan Carlos I fue sometido hoy a una operación quirúrgica de una hernia discal, que concluyó con éxito en un hospital de Madrid, donde tendrá que estar una semana ingresado.
El monarca, de 75 años, podrá estar completamente recuperado en un periodo de dos a seis meses, informó el neurocirujano Manuel de la Torre, quien dirigió la operación de hernia discal.
En una comparecencia informativa tras la operación en la clínica La Milagrosa, situada en un céntrico barrio de Madrid, De la Torre explicó que la intervención ha requerido la «extirpación de dos segmentos» herniados de disco y subrayó que, cuando complete su recuperación, el monarca «no necesitará muletas».
El cirujano recalcó que el Rey «se está recuperando estupendamente bien» y cuando salga de la clínica deberá continuar su rehabilitación en su residencia del Palacio de la Zarzuela, cerca de Madrid.
Juan Carlos I salió del quirófano unas tres horas después de entrar en la sala de operaciones y para la intervención fue sometido a una anestesia general.
Dentro del centro hospitalario aguardaban el resultado de la cirugía la reina Sofía, los Príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina, quienes acudieron a la clínica después que el Rey.
La reina acudió acompañada de sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina, y una hora y media más tarde lo hizo su hijo, el príncipe Felipe y su esposa, la princesa Letizia.
El Príncipe de Asturias comentó a los periodistas que la operación del Rey «ha ido muy bien» gracias al «magnífico trabajo» del cirujano y aseguró que el monarca está «satisfecho» de haber superado una situación muy molesta por los dolores, a la que ahora seguirá un etapa de «trabajo duro» para su recuperación.
Felipe de Borbón declaró que él y su esposa intercambiaron con su padre «dos palabras», «muy rápidas», en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde se recuperaba.
Para la operación, De la Torre utilizó un equipo tecnológico de última generación e instrumental de máxima precisión y seguridad para operar la hernia discal y estenosis de canal que el Rey padecía en la zona lumbo-sacra de la columna vertebral.
Su trabajo ha consistido en «rebajar» el saliente herniado del disco que presiona el canal vertebral, liberar las raíces nerviosas comprimidas por la estenosis y reconstruir las estructuras dañadas.
«Otra vez, otra vez…», dijo el Rey, sonriente, a su llegada a la clínica madrileña donde fue sometido a su séptima operación quirúrgica en tres años.
Con esa frase el monarca saludó a los numerosos periodistas que se agolpaban a la puerta del hospital, al que llegó en un vehículo todoterreno de color oscuro, en el que ocupaba el asiento de al lado del conductor y desde el que saludó con la mano.
Madrid, 3 mar (EFE).-