Gran Bretaña reportó un récord de infecciones por COVID-19 por tercer día consecutivo el viernes, con un aumento a 93.045 nuevos casos impulsados por la rápida propagación de la variante ómicron.
El gobierno realizó una reunión del comité de emergencia sobre ómicron con las administraciones descentralizadas en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, indicó la oficina del primer ministro británico Boris Johnson después de hablar con el primer ministro escocés Nicola Sturgeon.
Johnson y Sturgeon coincidieron en que ómicron representa una «amenaza significativa para la salud y la economía», declaró un portavoz del líder escocés.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (HSA) sostuvo que los casos de ómicron se duplicaron en menos de dos días en todas las regiones de Inglaterra, excepto en el suroeste. Ya se estima que la variante representa más del 80% de los casos nuevos en Londres.
Gran Bretaña se apresura a poner las vacunas de refuerzo para contrarrestar el rápido aumento de las infecciones.
La variante aún no ha causado hospitalizaciones o muertes a gran escala, aunque siempre hay un desfase entre la infección y la enfermedad grave.
Un estudio realizado el viernes por el Imperial College de Londres mostró que el riesgo de reinfección con ómicron era más de cinco veces mayor que con la variante Delta, y no había mostrado signos de ser más leve.