Madrid, 8 nov (EFE).- El Real Madrid sufrió la primera derrota de la temporada en el Ramón Sánchez Pizjuán al sucumbir por 3-2 ante el Sevilla y entregó el primer puesto al Barcelona que, liderado por un gran Neymar, superó la exigente prueba del Villarreal (3-0), con lo que llegará al clásico del Santiago Bernabéu por delante de su eterno rival.
El conjunto azulgrana, que perdió el liderato en la quinta jornada, dispone de tres puntos de ventaja sobre el equipo de Rafa Benítez y cuatro respecto al Atlético de Madrid, que obtuvo un agónico triunfo ante el Sporting (1-0) con un tanto en la prolongación del francés Antoine Griezmann.
Conocedor del triunfo del Barcelona, no pudo el cuadro madridista rentabilizar el bonito tanto de Sergio Ramos, de media chilena a los 22 minutos, en una acción en la que volvió a lastimarse su maltrecho hombro derecho, lo que le obligó a retirarse.
El Sevilla, que había comenzado demasiado atrás, no tuvo más remedio que dar un paso adelante. El cuadro de Unai Emery necesitaba los puntos debido a su mala situación clasificatoria, muy lejos de las plazas de ‘Champions’ a las que aspira por potencial, y encontró el premio a su mejoría en otro saque de esquina que remachó en el segundo palo el italiano Ciro Immobile (m.36).
No tuvo las ideas claras el Real Madrid para plantear problemas a un Sevilla que llegaba más y mejor hasta que culminó la remontada por medio del argentino Ever Banega (m.61), tras una brillante jugada del ucraniano Yevhen Konoplyanka, una auténtica pesadilla para la zaga de Benítez.
Todos los temores sobre este partido se cernían sobre el equipo madridista, que no aprovechó el ‘arreón’ siguiente ante un acertado Sergio Rico y lo pagó con el tercer tanto local, obra de Fernando Llorente (m.73), que ya sentenció el encuentro, aunque los locales pudieron incluso conseguir una victoria más amplia.
Con un Real Madrid rendido, el colombiano James Rodríguez reapareció tras mucho tiempo lesionado y estableció el marcador definitivo con un disparo lejano, pero ya era la última jugada y no dio tiempo al milagro.
Antes el Barcelona había superado a un difícil Villarreal, que en el primer periodo salió respondón y frenó todas las vías de entrada a los azulgrana.
En cambio, tras el descanso, el equipo de Marcelino García Toral no tuvo más remedio que claudicar ante la inspiración del brasileño Neymar, quien aprovechó un centro medido de Sergio Busquets para desnivelar el marcador (m.60) y cerró la cuenta con una obra de arte (m.85). Entre medias (m.70), el uruguayo Luis Suárez firmó su gol al transformar un penalti de Jaume Costa sobre Munir.
El Atlético sumó una victoria clave ante el esforzado Sporting, que rozó el empate, pero le sobró un minuto. Griezmann dejó los puntos en casa al aprovechar un balón largo a la desesperada que peinó el uruguayo Diego Godín.
Los guardametas Jan Oblak y ‘Pichu’ Cuéllar habían sido los protagonistas para impedir que el marcador sufriera variación alguna en un partido en el que el cuadro de Abelardo Fernández volvió a demostrar una gran capacidad de trabajo y solidaridad, pero no encontró el premio al final.
La sesión dominical de la undécima jornada se abrió con un triunfo del Athletic sobre el Espanyol (2-1) en el que Iñaki Williams firmó otro auténtico golazo muy parecido al de Neymar.
El joven canterano se sacó de la manga una brillante acción a los ocho minutos, aunque no fue la acción que decidió la contienda porque tuvo que esperar a que su compañero Raúl García, a los 65, desnivelase el empate que había firmado el paraguayo Hernán Pérez (m.51).
Esta victoria permite al Athletic proseguir con su escalada y ver de cerca los puestos europeos e impide al Espanyol situarse en la mitad alta de la tabla.
José Antonio Pascual