El Real Madrid cumplió con la lógica y ganó al Atalanta para ganar la Supercopa de Europa en Varsovia. No fue un partido fácil para los blancos, especialmente en la primera mitad. Pero apareció Courtois para salvar a su equipo y después, llegaron los goles de Valverde y Mbappé, para darle a los blancos el primer título de la temporada.
Mbappé, como se esperaba, se estrenó como titular en Varsovia. Lo hizo con Rodrygo y Vinicius en las bandas. Eso provocó que Bellingham se alejara del área para pasar a hacer el papel de Kroos en la medular. Lo cierto es que ver el once inicial del Real Madrid no era buena noticia para el Atalanta, especialmente por el trío ofensivo. El potencial de ese tridente comandado por Vinicius y con Mbappé actuando de ‘nueve’ se pudo ver en el arranque del duelo. Parecía que los blanco dominaban a placer a un Atalante encerrado en su área. Pero no, el equipo italiano le demostró al Real Madrid el peligro de sus contras y le metió el susto en el campo a los madridistas con una jugada por la derecha que acabó en nada por falta. A partir de ahí, los de Ancelotti se dieron cuenta que el Atalanta no había llegado a la final de la Supercopa de Europa porque le había tocado en un sorteo.
Con una defensa hombre a hombre, los de Gasperini lograron frenar el ímpetu blanco que seguía generando peligro, con un remate de Mbappé incluido, pero con pases largos y acciones aisladas que no tenían continuidad. El Atalanta fue igualando el partido hasta el punto que sus apariciones por el área de Courtois poco menos que se iban haciendo habituales. Ahí destacó el papel de Zappacosta y De Ketelaer que hacían lo que querían por la banda derecha del ataque italiano. Incluso el Atalanta pudo marcar, pero el larguero evitó el gol en propia puerta de Militao.
Con Bellingham perdido en la medular y viendo los problemas que tenía el equipo para encontrar a Vinicius y Mbappé, Ancelotti no paraba de corregir posiciones desde la banda. Les pedía a los suyos más velocidad, más movilidad para romper la defensa de un Atalanta cada vez más asentado en el campo. A pesar de todo eso, el Real Madrid pudo irse al descanso mandando, pero el larguero evitó el tanto de Rodrygo en el tiempo añadido. Así, con esa gran ocasión blanca, se llegó sin goles al final del primer tiempo.
Si con una oportunidad blanca se llegó al descanso, la segunda mitad comenzó con una del Atalanta, pero el cabezazo de Pasalic se encontró que una gran parada de Courtois que evitó el tanto italiano. El Real Madrid reaccionó a ese susto en toda regla, pero seguía sin tener continuidad en su juego de ataque y con problemas en defensa. Lo que no le faltó al Real Madrid fue empuje, ir con todo arriba y así, provocó que por momentos se rompiera el partido para alegría blanca porque así encontraron espacios para la velocidad de sus delanteros, que de eso andan sobrados.
El Atalanta no sólo no se dejó intimidar por el Real Madrid, si no que seguía rondando con peligro la portería de Courtois. En ese contexto, el Real Madrid se llevó el gato al agua con el gol de Valverde en el minuto 59 tras un gran pase de Vinicius. Tras ese gol, el equipo blanco se fue a por más y tuvo dos claras ocasiones seguidas para marcar, pero Musso, el meta del Atalanta, las evitó. El 1-0 cambió el partido, el Real Madrid dominaba a un equipo italiano, superado por el empuje blanco, con Bellingham al mando de las operaciones. Y fue precisamente el inglés el que le dio a Mbappé el pase del 2-0 en el minuto 68. El francés debutó y se estrenó como goleador del Real Madrid en el mismo día en lo que fue, sin duda, su estreno soñado.
Ese 2-0 poco menos que sentenció una final que tenía claro color blanco. Eso no significó que el Atalanta bajara los brazos y buscó el gol que le abriera la puerta del partido y estuvo cerca, pero seguía sin poder batir a Courtois. El Real Madrid, por su parte, bajó un poco el ritmo, pero lo cierto es que cada vez que aparecía cerca del área del Atalanta, era casi sinónimo de ocasión de gol. Ancelotti movió el banquillo y dio entrada a Modric y a Brahim, que sustituyó a un Mbappé que no ocultaba su felicidad.
Con el partido ya decidido, siguieron los cambios de Ancelotti que dio entrada a Arda Güler, Ceballos y Lucas Vázquez. Mientras tanto, el Atalanta seguía buscando el ansiado gol que nunca llegó y el Real Madrid ganó la Supercopa de Europa, el primer título de la temporada.
