ESTOCOLMO (AP) – El primer ministro sueco de centroizquierda, Stefan Lofven, fue derrocado en un voto de censura en el parlamento el lunes, lo que sumió al país en una profunda incertidumbre política mientras aborda la pandemia de COVID-19.
Lofven, quien fue derrotado después de casi siete años en el poder por un plan para aliviar los controles de alquiler de apartamentos de nueva construcción, ahora tiene una semana para renunciar.
Con el parlamento estancado y las encuestas de opinión que muestran los bloques de centro derecha y centro izquierda equilibrados, es posible que la crisis política no se resuelva rápidamente, aunque los economistas manifiestan que es poco probable que esto tenga un gran impacto en la economía.
«El gobierno ahora tiene una semana para decidir y mantendremos conversaciones con nuestros partidos de cooperación», manifestó Lovfen en una conferencia de prensa después de la votación.
«Es lo mejor para el país lo que es importante. Trabajaremos lo más rápido que podamos», agregó.
Los nacionalistas demócratas suecos convocaron la votación después de que el antiguo Partido de la Izquierda comunista retiró su apoyo al liderado por los socialdemócratas de Lofven sobre las reformas de control de rentas, un tema importante para muchos votantes.
La moción de censura, que requirió 175 votos en el parlamento de 349 escaños para aprobarse, fue apoyada por 181 legisladores.
Lofven, de 63 años, es el primer primer ministro sueco en ser derrocado por una moción de censura presentada por la oposición en el estado miembro de la Unión Europea de unos 10 millones de personas.
No está claro a quién se podría recurrir para formar un nuevo gobierno si Lofven renuncia debido a la composición del parlamento, pero las encuestas de opinión sugieren que una elección anticipada tampoco traerá claridad.
Lofven aseguró un segundo mandato en 2018 solo después de meses de negociaciones luego de una elección en la que los demócratas suecos antiinmigrantes obtuvieron grandes avances, rediseñando el mapa político.
Desde entonces ha dirigido un frágil gobierno minoritario de socialdemócratas y verdes, apoyado por antiguos rivales políticos del Partido del Centro y los liberales, pero que necesita la aprobación tácita de la izquierda.
