Los proyectos de regulaciones que eliminan el precio del carbono del combustible para calefacción doméstica ya están en vigor, confirmó Finance Canada, pero el cambio hará poco para aliviar los problemas de asequibilidad de los canadienses que dependen de las calderas de petróleo para mantenerse calientes.
El primer ministro Justin Trudeau anunció el cambio en octubre, argumentando que una pausa de tres años en la aplicación del precio del carbono al combustible para calefacción permitirá a las personas con hornos de gasóleo más tiempo y dinero para reemplazarlos con bombas de calor eléctricas.
El gobierno también aumentó la cantidad de dinero disponible de un programa de subvenciones federal-provincial para ayudar a la gente a pagar las bombas de calor.
La política ha sido duramente criticada por personas de ambos lados del debate sobre el precio del carbono.
El líder conservador Pierre Poilievre, que ya había estado haciendo campaña para eliminar por completo el precio del carbono, calificó la pausa del combustible para calefacción como divisiva porque afectaba sólo a un tipo de estas.
Por otro lado, los activistas medioambientales la calificaron de miope y posiblemente perjudicial para la fijación del precio del carbono, que, según dijeron, sigue siendo a menudo una política muy incomprendida.
Rachel Doran y Trevor Melanson, de Clean Energy Canada, escribieron esta semana que todo ha sido “un fallo de comunicación del gobierno”.
En los últimos cuatro años, los precios del combustible para calefacción doméstica se han disparado entre un 50 y un 80% en la mayoría de los lugares de Canadá.
En promedio, una familia con un bungalow de tres habitaciones en las provincias atlánticas utiliza alrededor de 3.000 litros de combustible para calentar la casa, incluso para agua caliente y calefacción.
En noviembre de 2019, eso habría costado alrededor de 3.000 dólares al año.
Pero a los precios actuales, que el viernes oscilaban entre 1,35 y 1,45 dólares por litro dependiendo de la ubicación, la factura ahora oscila entre 4.000 y 4.350 dólares.
El precio del carbono habría añadido otros 521 dólares a esa cifra. El reembolso del precio del carbono habría cubierto al menos parte del gasto adicional, y esos reembolsos se reducirán el próximo año para reflejar la exención del combustible para calefacción.
La base de datos integral sobre el uso de energía de Natural Resources Canada muestra que 1,2 millones de hogares en Canadá utilizan combustible para calefacción.
Algunas provincias, como Alberta y Saskatchewan, todavía dependen en gran medida de los combustibles fósiles para obtener electricidad, pero para 2030 toda la energía del carbón deberá apagarse o conectarse a sistemas de captura de carbono debido a regulaciones federales. En 2035, lo mismo ocurrirá con el gas natural.