Washington, 25 ago (EFE).- El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, prepara posibles acciones adicionales para combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI) tanto en Irak como en territorio sirio, según afirmó hoy su portavoz, el coronel Ed Thomas.
Thomas agregó que el general cree que los extremistas del Estado Islámico supondrán «pronto» una amenaza tanto para Estados Unidos como para Europa, por lo que es necesaria una coalición internacional para hacerles frente.
«Con el Mando Central, (Dempsey) está preparando opciones para abordar al EI tanto en Irak como en Siria, con una variedad de herramientas militares que incluyen los ataques aéreos», dijo su portavoz, aunque tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado aseguraron este lunes que aún no se tomó ninguna decisión al respecto.
El jefe del Estado Mayor Conjunto «cree que será necesario formar una coalición de socios regionales y europeos capaces de enfrentar la amenaza del EI para despojarle de su manto de legitimidad religiosa», expresó su portavoz.
Dempsey ya advirtió la semana pasada de que la derrota de los yihadistas requerirá de una estrategia a largo plazo y consideró imposible acabar con ellos si no se atacan sus posiciones en suelo sirio, donde son más fuertes.
Es necesario «un esfuerzo sostenido durante un período prolongado de tiempo y se necesita mucho más que sólo la acción militar», reiteró Thomas.
Precisamente este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Walid al Mualem, afirmó que el Gobierno de Bachar Al Asad permitirá a Estados Unidos atacar a los yihadistas dentro de sus fronteras, siempre y cuando sea «en coordinación previa» con sus autoridades.
En una rueda de prensa celebrada en Damasco, Al Mualem aseguró que Siria da «la bienvenida a cualquiera, incluido Reino Unido y Estados Unidos, para realizar acciones contra el EI y el Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria)», aunque condicionó su permiso para ello a que los ataques se realicen «en plena coordinación con el Gobierno sirio».
En ese sentido, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, insistió en su rueda de prensa diaria en que esta concesión de Siria no significa que ambos países se hayan aliado y acusó al régimen de Al Asad de ayudar al fortalecimiento de EI por no frenarlos en el contexto de la guerra civil que vive el país.
«No vamos a limitarnos por las fronteras para acabar con esta amenaza», aseguró la portavoz en referencia a la estrategia de este país para atajar la presencia del grupo terrorista en la región, donde reiteró que Estados Unidos sigue consultando con sus socios internacionales para trazar un plan común.
Estados Unidos ha bombardeado en cerca de un centenar de ocasiones posiciones del EI en el norte de Irak en las últimas dos semanas, lo que ha servido a las tropas iraquíes y kurdas para recuperar el control de la presa de Mosul, así como para liberar del acoso y el asedio de los extremistas a las minorías yazidíes y cristianas del Kurdistán.
No obstante, Estados Unidos ha reiterado una y otra vez que la solución última al problema no pasa por los ataques aéreos, sino por una solución política inclusiva de las minorías étnicas y religiosas tanto en Irak como en el resto de la región.