El Partido Liberal de Canadá (PL) culminó hoy su renacimiento tras el humillante resultado de las elecciones de 2011, con una convención política que prepara el terreno para que los liberales recuperen el poder en 2015 tras nueve años de Gobierno conservador.
La convención política liberal, la primera del nuevo líder del PL, Justin Trudeau, de 43 años de edad e hijo del carismático exprimer ministro liberal Pierre Elliot Trudeau, cerró hoy en Montreal con la aprobación de varias mociones, entre ellas el apoyo a la despenalización del suicidio asistido médicamente.
La convención liberal se produce en un momento en que todas las encuestas señalan que, de celebrarse ahora unas elecciones generales, el Partido Liberal derrotaría al gobernante Partido Conservador del primer ministro, Stephen Harper.
El último sondeo, dado a conocer el sábado por la empresa Nanos, indica que un 34 % de los votantes decididos apoyan al Partido Liberal frente al 29 % de apoyo que tienen los conservadores y el 23 % de los socialdemócratas del Nuevo Partido Democrático (NPD).
La encuesta también reveló que los liberales se han recuperado en la provincia clave de Québec, que elige 75 de los 308 diputados de la Cámara baja, donde tienen un 33 % de apoyo, por delante del 29 % del NPD y el 25 % del independentista Bloque Quebequés.
La encuesta, realizada con entrevistas telefónicas a 1.000 personas, tiene un margen de error del 3,4%.
Gran parte del apoyo que disfrutan en estos momentos los liberales es fruto del liderazgo del fotogénico y jovial Trudeau, que ha dado nueva vida a la formación que ha dominado el mundo político en Canadá desde la creación del país en el siglo XIX.
En 2006, una serie de escándalos relacionados con la financiación fraudulenta del Partido Liberal en la provincia de Québec provocó la derrota electoral de los liberales, tras 13 años continuados en el Gobierno.
Desde entonces, los liberales han sufrido una grave crisis de identidad, varias derrotas electorales que les costaron el cargo a los dos antecesores de Trudeau, Stephane Dion y Michael Ignatieff, y su relegación al tercer puesto en el Parlamento canadiense, una situación nunca antes vivida por el PL.
Precisamente tras el desastre electoral de 2011, cuando los liberales, bajo la batuta del intelectual Ignatieff, cosecharon el peor resultado de su historia al conseguir sólo 34 diputados y un 19 % del voto popular, muchos comentaristas del país se preguntaron si el resultado supondría la desaparición del Partido Liberal.
Pero en abril de 2013, los liberales eligieron a Justin Trudeau como su nuevo líder, apostando por un político sin gran experiencia pero con un poderoso atractivo personal y, sobre todo, hijo del exprimer ministro liberal más conocido de la historia contemporánea del país, Pierre Trudeau.
Desde entonces, la fortuna de los liberales ha dado un giro de 180 grados, a pesar de la inexperiencia política de Justin Trudeau, cuya profesión es profesor de colegio, y los incansables ataques del Partido Conservador de Harper.
Los liberales también han aprovechado los escándalos que envuelven en estos momentos a los conservadores, desde acusaciones e investigaciones oficiales de fraude en las elecciones de 2011 a los gastos fraudulentos de tres senadores, ahora suspendidos, y que fueron nombrados personalmente para el cargo por Harper.
En un discurso pronunciado ayer por la noche a los delegados liberales, Trudeau precisamente tendió una mano a los votantes conservadores, a los que tiene que cortejar para aumentar las posibilidades de que los liberales recuperen el poder en las elecciones generales de 2015.
«Para los votantes de base conservadores, puede que estemos en desacuerdo en muchas cosas. Pero en lo que podemos estar de acuerdo es en que la negatividad no puede ser la sangre vital de Canadá» dijo Trudeau, consciente del cansancio de los canadienses con las constantes campañas negativas del Partido Conservador (PC).
Trudeau agregó que «este Partido Conservador no es el de John Macdonald (primer dirigente del país en 1867 y líder del precursor del Partido Conservador). Este es el partido de Stephen Harper», en referencia a las diferencias entre las políticas conservadoras tradicionales y las más extremas que ahora dominan al PC.
Julio César Rivas / Toronto (Canadá), 23 feb (EFE).-