El papa Francisco ha renovado los estatutos de la Academia Pontificia para la Vida, que tiene por objetivo «la defensa y protección del valor de la viuda humana» y que ahora contará con investigadores jóvenes entre sus miembros.
Los estatutos, hechos públicos hoy, establecen que la academia «estudia en una óptica interdisciplinar los problemas relativos a la protección y defensa de la vida humana» e impulsa iniciativas que «formen una cultura de la vida».
La principal novedad es que, entre sus miembros, el papa Francisco ha incluido a jóvenes investigadores de hasta 35 años y que provengan de disciplinas o ámbitos de los que se ocupa la academia.
Serán elegidos y nombrados por el Consejo Directivo del ente y su cargo tendrá una duración de cinco años, renovable por un mandato más.
Para «promover y difundir la cultura de la vida», el Vaticano recordó que la academia «mantiene estrecho contacto con las instituciones universitarias, sociedades científicas y centros de investigación» que trabajan en este ámbito.
Entre otras cosas, la academia estudia «las legislaciones vigentes en diversos países y las orientaciones de la política sanitaria internacional, además de las principales corrientes de pensamiento con incidencia en la cultura contemporánea de la vida».
Los estatutos fueron firmados por Francisco el pasado 18 de octubre y entrarán en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2017, con una vigencia de cinco años.
La academia fue creada por el papa Juan Pablo II mediante el «motu proprio» (documento papal) «Vitae Mysterium» (el misterio de la vida), publicado el 11 de febrero de 1994.
Ciudad del Vaticano, 5 nov (EFE).-
