El papa Francisco, los secretarios generales de la ONU y de la OEA, otros líderes internacionales y varios Gobiernos pidieron hoy el fin de la violencia y la apertura de un diálogo en Venezuela, donde desde hace dos semanas se suceden las protestas contra el Ejecutivo.
«Sigo con particular aprehensión lo que está ocurriendo estos días en Venezuela, auspicio que cesen cuanto antes la violencia y las hostilidades y sobre todo que el pueblo venezolano, a partir de los políticos y las instituciones, lleguen a la reconciliación», dijo el papa durante la tradicional audiencia de los miércoles.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que se declaró «entristecido», dijo que espera «gestos concretos» de todas las partes para reducir la polarización e iniciar un «diálogo significativo para que se restaure completamente la calma en todo el país lo antes posible.»
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, convocó para hoy una Conferencia Nacional de Paz, pero la oposición rechazó participar por considerar que se trata de «un simulacro de diálogo» y una «burla» a los venezolanos.
El secretario general de la ONU pidió también la protección de los derechos humanos y que los ciudadanos expresen sus diferencias «pacíficamente y de acuerdo con la ley.
En un artículo publicado hoy el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirma que las «divisiones profundas» en la sociedad venezolana solo pueden resolverse mediante un diálogo «abierto y franco» entre el Gobierno y la oposición que busque «acuerdos de fondo».
La «ausencia de conversaciones, la sordera política y la actitud confrontacional», prosigue el secretario general de la OEA, «sólo consiguen prolongar el conflicto, incrementar la animadversión y aumentar día a día el número de ciudadanos muertos y heridos».
Precisamente hoy en la OEA quedó suspendida temporalmente una reunión del Consejo Permanente en la que mañana se iba a tratar de la propuesta de Panamá de que se reúnan los cancilleres de los países miembros para debatir la situación en Venezuela.
La razón de la suspensión fue una solicitud del embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, quien adujo que se había violado un artículo del reglamento, al convocarse la cita sin estar físicamente presente en Washington el presidente del Consejo Permanente, el representante dominicano Pedro Vergés.
El canciller venezolano, Elías Jaua, que inició hoy en La Paz una gira por Suramérica, dijo que el Gobierno de Maduro prefiere que el debate sobre la situación e Venezuela sea en Unasur y no en la OEA.
«Cualquier acción internacional para plantear esta agresión que se ha hecho contra el pueblo venezolano, contra el Gobierno legítimo y democrático de Venezuela, consideramos que debe ser en el espacio de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur)», añadió.
Venezuela acusó el jueves pasado a Panamá de inmiscuirse en sus asuntos internos y llamó a consultas a su embajadora en el país, Elena Salcedo, después de que la Cancillería panameña exhortó a la sociedad venezolana a entablar un diálogo «sin precondiciones» como la «vía idónea» para solucionar la crisis que vive ese país.
Estados Unidos y Canadá, que han criticado la represión de las protestas en Venezuela, fueron los primeros en pedir que se trate de la situación en la OEA.
Según el presidente Nicolás Maduro, ya son 50 los muertos que han dejado las barricadas y guarimbas (barreras y actos violentos), incluyendo personas con problemas de salud que no han podido ser atendidas en centros médicos debido a los bloqueos de las vías.
Según fuentes extraoficiales, son 16 los muertos en las manifestaciones.
El expresidente de EE.UU. Jimmy Carter envió cartas al presidente Maduro y al líder opositor Henrique Capriles, porque está preocupado por «la pérdida de vidas humanas» y «espera que los venezolanos puedan activar sus propios mecanismos de diálogo y colaboración para hacer frente a los problemas del país», señaló el Centro Carter.
En cuanto a la propuesta de Panamá de reunir a los cancilleres de la OEA, la ministra colombiana de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, señaló hoy que el Gobierno de Juan Manuel Santos está de acuerdo con «promover el diálogo en Venezuela».
El Gobierno de Costa Rica hizo hoy un llamado a «no atizar la hoguera» en Venezuela ni a alentar un golpe de Estado y abogó para que la compleja situación política y social que vive ese país se resuelva mediante el diálogo y la paz.
El canciller costarricense, Enrique Castillo, dijo que la idea de Panamá es que la OEA «se ofrezca a ayudar y no tome represalias» contra Venezuela, y aseguró que «lo ideal sería que el Gobierno venezolano se abra a que otros ayuden con una especie de mediación».
Brasil defenderá el principio de la «no injerencia en asuntos internos» si se celebra la reunión extraordinaria de la OEA, dijeron hoy a Efe fuentes oficiales.
La fuente indicó que Brasil «observa con atención» el desarrollo de la crisis y subrayó la «preocupación» ya manifestada por el Gobierno de Dilma Rousseff en relación con la violencia.
Bogotá, 26 feb (EFE).-