El papa Francisco inició una visita de Estado de tres días a Chile en medio de las muestras multitudinarias de fervor y adhesión hacia su persona
Durante su estancia, el pontífice celebrará misas masivas en las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique, y sostendrá encuentros con autoridades y representantes de la Iglesia católica y de la sociedad civil.
“¡Bienvenido a Chile, papa Francisco! Lo recibe un país que ha cambiado desde la visita de Juan Pablo II. Somos una sociedad más justa, libre y tolerante, pero con desigualdades que requieren del mensaje de esperanza de un hermano espiritual de Alberto Hurtado”, tuiteó la presidenta Michelle Bachelet tras recibir a Jorge Mario Bergoglio en el aeropuerto de Santiago.
El avión de la compañía Alitalia que transportaba al pontífice y su séquito arribó al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez a las 19.14 hora local (22.14 GMT), casi una hora antes de lo previsto, pero después de un largo viaje de 14 horas, el que hace el número 22 de su pontificado y sexto a Latinoamérica, desde su elección en 2013.
El papa fue recibido a pie del “Pastor Uno” por la presidenta Bachelet; autoridades de la Conferencia Episcopal; el nuncio apostólico, Ivo Scapolo, y el canciller chileno, Heraldo Muñoz, entre otras personalidades.
La primera parada que hizo el papa en suelo chileno fue en la parroquia de San Luis Beltrán, donde se detuvo a orar ante la tumba de Enrique Alvear, conocido como el “obispo de los pobres”, quien se distinguió durante la dictadura militar (1973-1990) por ser un firme defensor de los derechos humanos.
A mitad del recorrido, Francisco se bajó del auto cerrado que le transportaba desde el aeropuerto, para subirse por primera vez al papamóvil, el vehículo parcialmente blindado y acristalado que utiliza en sus desplazamientos por las ciudades.
En ese lugar, una treintena de fieles llegados desde el sur portaban una pancarta en la que se podía leer “Ni zurdos ni tontos. Osorno sufre. Obispo Barros, encubridor”junto a una fotografía del sacerdote Fernando Karadima, apartado del sacerdocio por cometer abusos sexuales, y Juan Barros, el actual obispo de Osorno.
Subido al papamóvil, el pontífice recorrió la Alameda del Libertador Bernardo O’Higgins, la principal avenida de Santiago, que lleva el nombre del “padre de la patria chilena”, para dirigirse a su residencia, en la Nunciatura Apostólica, saludando por el camino a los miles de emocionados fieles que aguardaron horas para verle.
Jorge Mario Bergoglio mostraba un aspecto cansado cuando fue recibido en la terminal aérea por la presidenta Bachelet, pero a medida que fue entrando en contacto con las miles de personas que le vitoreaban durante el recorrido su expresión cambió y se le vio más activo y sonriente.
Al llegar a la sede de la Nunciatura, cientos de fieles, entre los que se encontraban algunos parientes lejanos del papa, prorrumpieron en gritos al ver que descendía del vehículo y, rompiendo el protocolo, se dirigía a saludarles.
Francisco besó bebés, escuchó pacientemente a mujeres y ancianos, bendijo a enfermos y recibió estampas, fotografías y recuerdos de las personas que llevaban varias horas esperando su llegada a la sede de la Nunciatura Apostólica, situada en el céntrico municipio de Providencia, y donde se alojará estos tres días.
Una hora antes de su llegada, cinco jóvenes fueron detenidos por la policía antidisturbios durante una protesta cerca de la Embajada de Argentina.
Los manifestantes se subieron a una estructura metálica que soporta un cartel de tránsito e instalaron una pancarta en la que se podía leer: “¡Papa, los pobres de Chile marchamos contra las migajas de la democracia!”, junto a la convocatoria a una marcha prevista para el próximo miércoles.
Posteriormente se desarrolló una protesta pacífica del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) “contra la homofobia y la transfobia de siglos de la Iglesia católica”.
En esa manifestación, la principal organización chilena del movimiento LGBTI proyectó información sobre lo que considera “grandes crímenes cometidos contra la humanidad” por la Iglesia.
Mañana el pontífice sostendrá un encuentro con autoridades y representantes de la sociedad civil y del cuerpo diplomático, y posteriormente se reunirá en privado con la presidenta Michelle Bachelet.
A continuación celebrará en el Parque O’Higgins de la capital la primera de las tres misas multitudinarias previstas durante su estancia en Chile, que también le llevará a las ciudades de Temuco (sur) e Iquique (norte), antes de viajar a Perú.
Además, para este martes está previsto que Jorge Mario Bergoglio visite el Centro Penitenciario femenino de Santiago, y mantenga un encuentro con sacerdotes y obispos en la Catedral Metropolitana de Santiago, además realizará una visita privada al Santuario de San Alberto Hurtado, donde tendrá un encuentro privado con religiosos de su orden, la Compañía de Jesús.