El papa Francisco afirmó hoy que todos los problemas de guerras y combates se producen como consecuencia de una falta de diálogo, sin el que no se puede alcanzar nunca la paz.
Ante unos doscientos jóvenes estudiantes japoneses en el patio San Dámaso del Vaticano, el pontífice argentino destacó además que el diálogo, en cuanto a encuentro con otras personas y culturas, es algo muy importante para lograr la madurez personal.
«Es el diálogo el que hace la paz. No se puede tener paz sin diálogo. Todas las guerras, todos los combates, todos estos problemas son por falta de diálogo», dijo Francisco con un discurso improvisado, en declaraciones que recogen los medios italianos.
«El diálogo es muy importante para la propia madurez, porque en el encuentro con la otra persona y las otras culturas, con el encuentro sano con otras religiones, uno crece y madura. Por supuesto que hay un peligro, si en el diálogo uno se encierra, se enfada, se pelea. Esto no está bien, porque dialogamos para encontrarnos, no para pelearnos», agregó.
El encuentro del pontífice de hoy con los jóvenes japoneses se produce como un gesto cordial de Francisco hacia su instituto, que tradicionalmente organiza un viaje a Roma en agosto para asistir a las audiencias generales de los miércoles, que, en esta ocasión, han quedado canceladas durante todo este mes.
«Para mí es un placer esta visita. Espero que este viaje para vosotros sea muy fructífero porque conocer a otras personas y a otras culturas hace mucho bien. Nos hace crecer. Si nos quedamos encerrados en nosotros mismos tenemos solo lo que tenemos», dijo el papa.
«Así no podemos crecer culturalmente -añadió-. Sin embargo, si vamos al encuentro de otras personas, otras culturas, otros pensamientos y otras religiones, salimos de nosotros mismos y comenzamos esa aventura tan hermosa que se llama diálogo».
Francisco insistió en la importancia de escuchar al otro y ser capaz de mantener su amistad a pesar de pensar de manera diferente y de que sus razonamientos no terminen de convencer.
En una nueva muestra de su espontaneidad, el pontífice argentino bromeó con una estudiante sobre su «posible» procedencia de la ciudad de Nápoles (sur de Italia) por el buen italiano que demostró al pronunciar un saludo en nombre de todos sus compañeros.
Ciudad del Vaticano, 21 ago (EFE).-