El papa Francisco ha afirmado en una carta enviada al primer ministro británico, David Cameron, con motivo del G-8, que el fin de la economía y de la política es servir a los hombres, empezando por los más débiles y que el dinero y otros medios políticos y económicos «deben servir y no gobernar».
La carta, hecha pública hoy por el Vaticano, ha sido enviada a Cameron en respuesta a la que le envió el primer ministro británico para informarle de la cumbre del G-8 que se celebrará mañana y pasado (17 y 18 de junio) en Lough Erne, Irlanda del Norte.
Cameron informó al papa Bergoglio de que la prioridad fijada por la presidencia británica para la cumbre era el libre comercio internacional, el fisco, la transparencia de los gobiernos y de los agentes económico, así como acciones concertadas para eliminar definitivamente el flagelo del hambre y la protección de las mujeres y niños de la violencia sexual en situaciones de conflictos.
El Obispo de Roma subrayó que cualquier teoría o medida económica o política adoptada tiene que permitir a cada uno de los habitantes de la tierra el mínimo bienestar que le permita vivir con dignidad y libertad, pueda mantener a su familia, educar a los hijos y alabar a Dios, «ya que sin esa visión, cualquier actividad económica no tiene sentido».
«En ese sentido, los graves desafíos económicos que el mundo afronta exigen un valiente cambio de postura, que dé a la persona y a la economía su puesto propio. El dinero y los otros medios políticos y económicos deben servir, no gobernar, teniendo presente que la solidaridad gratuita y desinteresada es la clave del buen funcionamiento económico global», afirmó Francisco en su carta.
El papa Bergoglio señaló que el hombre tiene que ser el centro de toda actividad política y económica mundial.
Ciudad del Vaticano, 16 jun (EFE).-