El gobierno federal realizará cambios impositivos en el presupuesto destinados a recaudar más ingresos de los canadienses ricos y de ciertas corporaciones,
Los cambios impositivos para los individuos afectarán a un grupo de personas menor que el 1 por ciento de mayores ingresos, según se filtró del ministerio de finanzas en Ottawa.
No se conocen los detalles sobre qué niveles de ingresos estarían sujetos a los cambios impositivos. Tampoco sabe a qué sectores se dirigirán los cambios corporativos.
La ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, ha insinuado aumentos de impuestos como estos durante conferencias de prensa en las últimas semanas.
Dijo a los periodistas que había descartado aumentar los impuestos a los canadienses de clase media, pero se negó a comentar sobre la suerte de las corporaciones y los individuos ricos. El NDP, que tiene un acuerdo con los liberales para apoyarlos en la Cámara de los Comunes, hizo del aumento de los impuestos a las corporaciones una demanda clave del gobierno en el presupuesto actual.
Pero a medida que se intensificaron los rumores sobre aumentos de impuestos durante la presentación previa al presupuesto del gobierno, los economistas del sector privado y los grupos empresariales advirtieron enérgicamente contra ellos.
Varios economistas bancarios han advertido que tales medidas irán en contra del objetivo declarado del gobierno de impulsar la debilitada productividad de Canadá, un lastre clave para el crecimiento económico del país que el Banco de Canadá ha calificado de “emergencia”.
Los nuevos ingresos son necesarios para garantizar que Freeland pueda alinear 38.000 millones de dólares en nuevos anuncios de gastos y préstamos con los objetivos fiscales que impuso a su gobierno el otoño pasado, y que desde entonces ha dicho repetidamente que cumplirá.
Entre ellas se incluían tres promesas específicas: el gobierno mantendría el tamaño del déficit para el año fiscal que finalizó el 31 de marzo por debajo de los 40.100 millones de dólares; reducir la relación deuda-producto interno bruto en 2024-25 y mantenerla en una senda descendente posteriormente; y mantener los déficits anuales por debajo del 1 por ciento del PIB en 2026-27 y más allá.
Gran parte de la política presupuestaria implementada hasta ahora se ha realizado bajo el lema “justicia para cada generación”, un guiño a la demografía más joven, que es la más afectada por el creciente costo de vida y la escasez de vivienda en Canadá.
Los Millennials y la Generación X le dieron al primer ministro Justin Trudeau sus dos últimos gobiernos, y él necesita mejorar su posición ante esos grupos demográficos si espera revertir la suerte de su partido. Los conservadores, bajo el liderazgo de Pierre Poilievre, han disfrutado de una sólida ventaja de dos dígitos sobre los liberales en la mayoría de las encuestas de opinión desde agosto.
Recientemente, el primer ministro subrayó el enfoque del Partido Liberal en los jóvenes en un discurso ante la Cámara de Comercio de Canadá.“Nuestro país no puede tener éxito a menos que los jóvenes triunfen”, dijo a la audiencia empresarial, mientras repetía promesas recientes de entregar un presupuesto que sea “justo para cada generación” y un gobierno que “resolverá la crisis de la vivienda”.
El impulso político ha tenido un alto precio. De los 38 mil millones de dólares en nuevas iniciativas que el gobierno ha anunciado en las dos semanas previas al presupuesto, 17 mil millones de dólares son para programas de préstamos. Esa cifra no incluye los 10.700 millones de dólares en cinco años anunciados la semana pasada para una nueva política de defensa.
En septiembre, Trudeau amenazó a las tiendas de comestibles con nuevos impuestos si no bajaban los precios para los consumidores.Esas cadenas, así como los gigantes de las telecomunicaciones, han sido un foco frecuente de ataques por parte del líder del NDP, Jagmeet Singh. Dijo a los periodistas el lunes que el NDP tiene dos demandas para el presupuesto.
Un gran grupo de economistas han expresado una fuerte oposición a los aumentos de impuestos a las empresas y a los canadienses ricos.Para los expertos lo que trata de hacer la ministra Freeland.
“exactamente incorrecto” cobrar impuestos a las personas y corporaciones que el gobierno necesita para realizar inversiones que impulsen la productividad y, en última instancia, mejoran los salarios en el mediano plazo.
Crear esa fuente de recaudo de impuestos podría desacelerar la inversión y elevaría el nivel de vida de los canadienses con el tiempo, opinan los expertos del tema económico.
La ministra, Freeland señaló a los periodistas la semana pasada que los liberales se postularon en 2015 con la promesa de “pedir a los de arriba que paguen un poco más”.Después de esa elección, el gobierno introdujo una combinación de recortes y aumentos de impuestos personales, incluida una tasa impositiva sobre la renta personal del 33 por ciento sobre la renta individual imponible superior a 200.000 dólares.
Al entrar en el presupuesto del martes, a los líderes empresariales les preocupaba que los cambios del gobierno federal tuvieran un alcance amplio. Goldy Hyder, directora ejecutiva del Consejo Empresarial de Canadá, dijo en un informe que se rumoreaba que el gobierno estaba considerando un nuevo impuesto que «se dirige a las empresas más exitosas de Canadá».
El año pasado, el Departamento de Finanzas impuso a los bancos y aseguradoras un impuesto adicional sobre las ganancias de cada institución de más de 100 millones de dólares.
El departamento pronosticó que los impuestos más altos a las instituciones financieras generarían 2.250 millones de dólares adicionales en cinco años.
En el presupuesto de este año, Hyder y otros ejecutivos han predicho que el gobierno podría imponer nuevos impuestos a los sectores regulados compuestos por un número relativamente pequeño de empresas que obtienen ganancias significativas, incluidas empresas de telecomunicaciones, energía y oleoductos y cadenas de supermercados.
El Departamento de Finanzas consideró inicialmente un impuesto adicional este año a los productores de petróleo y gas, que están registrando rendimientos récord, similares al impuesto del año pasado a las compañías financieras, según otras dos fuentes familiarizadas con el proceso presupuestario.
Optó por abandonar ese plan ante la fuerte oposición de los ejecutivos de las zonas petroleras y de la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo con sede en Calgary.
