El nuevo equipo de Gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, comenzó a trabajar hoy con la vista puesta en cerrar con éxito la segunda evaluación del rescate, un trabajo hercúleo si se tiene en cuenta que las negociaciones abarcan uno de los temas más complicados, la reforma del mercado laboral.
La jornada de traspasos comenzó con la toma de posesión del nuevo ministro de Economía, Dimitris Papadimitríu, un catedrático de 70 años formado en Estados Unidos, quien puso el acento de su trabajo en atraer las inversiones privadas.
Papadimitríu, quien hasta la semana pasada presidió el Levy Institute económico de Nueva York, destacó que «inversión» es una palabra de importancia capital en Estados Unidos, porque allí hay conciencia de que las inversiones son el motor de la economía de un país.
El flamante ministro se distanció de recomendaciones recientes de su instituto sobre la introducción en Grecia de una moneda paralela al euro, y recalcó que su objetivo será atraer la inversión, partiendo de la estabilidad monetaria que ofrece ser miembro de la eurozona.
Papadimitríu sucede a Yorgos Stathakis, quien a su vez asumió el Ministerio de Energía y Medio Ambiente, uno de los departamentos clave en la negociación con los acreedores pues, entre otros, debe llevar a la práctica la venta del 17 % de la compañía eléctrica DEI.
El hasta ahora titular, Panos Skurletis, apartado por Tsipras de este ministerio por su oposición a esta operación, no quiso bajar hoy el tono desafiante y al asumir su nuevo destino, el Ministerio de Interior, afirmó que seguirá luchando contra la venta de DEI, «dentro del Gobierno y desde el Parlamento».
Stathakis evitó entrar en polémicas y se limitó a señalar que la energía tiene una importancia estratégica para la economía griega, y añadió que se trata de un sector sometido a profundos cambios «en todo el mundo» y no solo en este país.
Otro cambio sustancial con el que Tsipras ha querido lanzar un mensaje tranquilizador a los acreedores ha sido al frente del Ministerio de Marina Mercante, de donde alejó al controvertido Theodoros Dritsas, quien deja el Gobierno.
Tras la primera victoria electoral de Syriza en enero de 2015, lo primero que hizo Dritsas fue anunciar que no iba a continuar con la privatización del puerto de El Pireo, una operación que ya estaba en curso y finalmente no pudo evitar, lo que no le impidió abrir una nueva batalla contra la privatización del puerto de Salónica.
Su sucesor, el hasta ahora ministro del Interior, Panayotis Kurumblís, quien anteriormente estuvo al frente de Sanidad, procede originariamente de las filas del socialdemócrata Pasok y no ha destacado en el Gobierno de Tsipras por posturas radicales.
La nueva cara que posiblemente más acapare el centro de atención en las próximas semanas será la de la nueva ministra de Trabajo, Seguridad Social y Solidaridad Social, Efi Ajtsioglu.
La que hasta ahora era mano derecha del ministro saliente, Yorgos Katrúgalos, y con 31 años la más joven de todo el gabinete, tendrá la difícil tarea de intentar llegar a un acuerdo con la cuadriga de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Monetario Internacional) sobre la reforma del mercado de trabajo.
Ajtsioglu no parte desde cero, pues ha sido la que ha llevado a nivel técnico las negociaciones durante los últimos meses.
La gran diferencia es que ahora pasará a ser el blanco directo de la ira de una población que ha visto que el Gobierno izquierdista ha mantenido la política de recortes de pensiones iniciada por ejecutivos anteriores y que ha llevado a una reducción promedio de sus ingresos del 40 %.
En esta etapa de la negociación el acento estará puesto en la reforma del mercado laboral, para el que los acreedores exigen mayor flexibilidad en los despidos colectivos, además de oponerse a la restauración de la negociación colectiva, algo que el propio Tsipras ha descrito como innegociable.
Ajtsioglu evitó hoy entrar en este debate y afirmó que su prioridad absoluta es «fortalecer los controles en el mercado de trabajo» para luchar contra el trabajo no declarado y en general la economía sumergida, una de las grandes lacras de este país.
El principal protagonista de las conversaciones con los acreedores durante las próximas semanas seguirá siendo el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, quien hoy viajó a Bruselas, donde el Eurogrupo hará, entre otros, un primer balance de la primera etapa de la evaluación.
Atenas, 7 nov (EFE).-