Más de 6.000 bomberos en el Valle Central de California continuaban el sábado luchando contra el mayor incendio de Estados Unidos, que pasó a los libros de historia como el cuarto mayor incendio registrado en el estado.
El sábado apenas hubo algo de lluvia debido a tormentas eléctricas que trajeron viento y precipitaciones de cero a una décima de pulgada, dijeron los meteorólogos.
El calor de 100 grados Fahrenheit (38 Celsius) junto con vientos de hasta 25 mph o más en algunos puntos, ofrecieron poco alivio a los bomberos que intentaban contener el incendio Park , quemando el terreno silvestre a unas 100 millas (161 km) al norte de Sacramento, la capital del estado.
«Tuvimos algunas tormentas eléctricas que simplemente trajeron corrientes de aire descendentes, eso es un problema», dijo Christopher Young, portavoz del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California, o Cal Fire. «Los rayos son un factor que nos preocupa».
Las llamas del incendio Park, iniciado por un presunto pirómano que empujó un automóvil en llamas por un barranco de 60 pies cerca de Chico, California, el 24 de julio, han quemado desde entonces más de 400.000 acres (162.200 hectáreas) o más de 600 millas cuadradas, un área más grande que la ciudad de Los Ángeles.
El hombre de 42 años arrestado no se había declarado culpable hasta el sábado, pero fue acusado de incendio provocado y detenido sin derecho a fianza, dijeron las autoridades.
Más de 560 casas y otras estructuras quedaron destruidas desde que comenzó el incendio hace 11 días, que se alimentó de madera caída y de pasto y matorrales secos. El fuego estaba contenido en un 27% el sábado, dijeron las autoridades.
Más de 4.000 personas fueron evacuadas en el incendio de Park, incluido el jubilado Jim Young, de 65 años, de Red Bluff, California, donde vivía en una casa rodante con su perro, un labrador retriever negro llamado Sparky.
Él y el perro pasaron los últimos ocho días acampando con otras familias en un lote de grava al comienzo de un sendero silvestre a unas 6 millas de su casa, preocupándose todos los días si era seguro.
«Acabamos de enterarnos de que podemos volver a casa», dijo Young a Reuters el sábado por la noche. «Nuestra propiedad está a salvo. Muchos lo han perdido todo. Pero yo y Sparky podemos volver a casa ahora».
Según las autoridades, el terreno accidentado y salvaje hace que se necesiten entre dos y tres horas para llegar a las líneas de fuego. Algunos bomberos están siendo trasladados en helicóptero a las líneas del frente, y se espera que algunos permanezcan allí durante días mientras se transportan también suministros.
La temporada nacional de incendios forestales ha tenido un comienzo intenso, lo que aumenta el riesgo de agotar los recursos de extinción de incendios. El Centro Nacional Interagencial de Bomberos ya ha solicitado la ayuda de los bomberos de Australia y Nueva Zelanda, que llegarán a partir del 7 de agosto y se desplegarán en Oregón y Washington.
