Las delegaciones del Gobierno colombiano y las FARC, que retomaron hoy las negociaciones de paz, destacaron el importante papel de las víctimas en este proceso, así como el respeto y su disposición a escuchar a nuevos grupos que participen en la mesa de diálogo de La Habana.
«Desde el comienzo dijimos que las víctimas son la razón de este proceso, su columna vertebral», señaló en un comunicado leído ante la prensa el jefe de la delegación gubernamental, Humberto de la Calle.
De la Calle, exvicepresidente de Colombia, agradeció a las primeras doce víctimas que participaron en los diálogos su «valentía, generosidad y franqueza» y las reconoció como «el ancla moral del proceso».
Para cerrar las heridas de un conflicto que se prolonga por más de cinco décadas, el jefe de la delegación de paz resaltó la importancia de «reconocer a las víctimas como ciudadanos y la aceptación de responsabilidad por parte de todos los autores».
Sobre la selección de las víctimas -que levantó cierta polémica en algunos sectores de Colombia al incluir no sólo a víctimas de las FARC, sino también del Ejército y paramilitares-, De la Calle precisó que no se entiende «el criterio de sumas y restas», ya que no se trata de un «problema aritmético, sino un profundo gesto moral frente a todas las víctimas sin discriminación».
«A los colombianos les pedimos no politizar, ni estigmatizar, ni dividir a la víctimas (…) No puede ser que una persona que ha sufrido la violación de sus derechos, sea nuevamente victimizada por venir a La Habana a contar su tragedia», aseveró.
El número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y jefe de su delegación, Iván Márquez (alias de Luciano Marín Arango) también reiteró su conformidad con el criterio de selección ya que refleja «el esfuerzo para escuchar a todo el universo de víctimas».
«Nunca antes la participación directa de quienes han sufrido las consecuencias directas de la guerra ha aportado tanto a un proceso de paz», precisó en otro comunicado leído ante la prensa.
Sobre los que defienden la participación exclusiva de víctimas del grupo guerrillero, Márquez afirmó que «la mentira propagada con perfidia de que las víctimas son exclusivas de una sola parte es la voz de la discordia que debe ser rechazada».
No obstante, Márquez indicó que las estadísticas de victimarios «recaen fundamentalmente en el Estado y los grupos paramilitares», una proporción que le gustaría que «se viera manifestada en la mesa de negociación», aunque admitió que la finalidad del proceso es lograr un cese al fuego bilateral y reconocer a todas las víctimas.
«El camino para superar el dolor no es la confrontación que dispersa y nubla la visión, sino la determinación colectiva de buscar la solución política a la guerra, la reconciliación de la familia colombiana sobre la paz y justicia social», subrayó.
La Habana, 20 ago (EFE).-