El Gobierno de Colombia y las FARC reanudaron hoy el diálogo en La Habana, tras la «pausa» solicitada por la guerrilla para analizar la propuesta del presidente Juan Manuel Santos de someter a referendo el eventual acuerdo de paz, lo que el grupo rechaza por «unilateral» y «técnicamente» complicado.
Las partes retornaron a la mesa este lunes, exactamente un año después de firmar el «acuerdo general» para poner fin al conflicto que desde hace 50 años afecta a Colombia y en virtud del cual se iniciaron los diálogos en noviembre pasado, bajo los auspicios de Cuba y Noruega, y el «acompañamiento» de Chile y Venezuela.
«No la acompañamos (la propuesta de referendo), ni sujetamos los diálogos y sus resultados a dicha decisión unilateral», indicaron las FARC en un comunicado leído este lunes ante los medios en Cuba, en el que advierten que el mecanismo de refrendación de los acuerdos de paz no podrá ser resuelto únicamente por el Gobierno.
La posibilidad de un referendo sobre la paz simultáneo con las elecciones de marzo o mayo de 2014 en Colombia pasó a ser este fin de semana un aparente escollo para los diálogos, y este lunes fue duramente criticada por la guerrilla porque, según recalcó, esa es una decisión que debe estar sujeta a las negociaciones.
El Gobierno de Santos presentó el jueves al Congreso un proyecto de ley con carácter de urgencia para que el referendo sobre los términos de un eventual acuerdo de paz coincida con las elecciones legislativas que el país celebrará el 9 de marzo de 2014 o con las presidenciales del 25 de mayo del mismo año.
Ante ese hecho, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron el viernes una «pausa» para analizar el tema, y ese mismo día informaron de que regresarían a la mesa este lunes.
El presidente Santos ordenó que su equipo viajara desde La Habana a Colombia para consultas del proceso tras la decisión de «pausa» unilateral de la guerrilla, aunque finalmente autorizó el sábado la vuelta de sus negociadores a la capital cubana.
Tras el breve escollo y algunos cruces verbales, la delegación del Gobierno apareció hoy en la sede de las conversaciones en el Palacio de Convenciones de La Habana encabezada por su líder, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, y sin realizar declaraciones a los medios.
Por su parte, las FARC insistieron en sus críticas al Gobierno y consideraron que el proceso vive un momento acompañado de variables «políticas» ante la coyuntura electoral colombiana.
«El espectáculo de un mandatario y de un poder constituido excusado o perdonado por un referendo, no se va a dar con nuestro consentimiento», subrayó el grupo insurgente en un comunicado leído por el número dos y jefe negociador, «Iván Márquez», alias de Luciano Marín Arango.
Las FARC consideraron que «recurrir al referendo para el propósito de refrendación no es técnicamente aconsejable ya que lo que se vota es un ‘temario o articulado'», e insistieron en su propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente con ese propósito.
El grupo guerrillero cree que la Constituyente es el «mejor camino» porque garantizará la «larga duración» de la paz, con una convocatoria que incluya los acuerdos alcanzados en la mesa de La Habana, y la propuesta de debate para aquellos puntos sobre los que no exista consenso.
Por otra parte, los guerrilleros volvieron a arremeter hoy contra el llamado Marco Jurídico para la Paz, una enmienda constitucional que contiene herramientas para regular el paso a la reconciliación en Colombia, si se logra el fin del conflicto interno.
«El regalo de las curules (escaños) no lo queremos, si es con el precio de que, mientras algunos de los nuestros van al Congreso, a otros se les destine a ocupar sitios tras las rejas o condenados a la extradición. ¿Qué otros ocultos caprichos entrañará la maniobra?», apuntó la jefatura de las FARC en La Habana.
En ese sentido, los dirigentes guerrilleros sostuvieron que «no habrá sometimiento» de su parte a ningún marco jurídico con diseño unilateral, ni permitirán «cambiar» la verdad histórica «por un capricho de coyuntura de una de las partes del conflicto atada a un interés electoral revestido de afanes».
Márquez recordó asimismo que hoy se cumple un año de la firma del acuerdo general para el proceso de paz iniciado en noviembre pasado en La Habana.
«(Ese acuerdo) nos ha permitido explorar posibilidades de encontrar al fin una solución política a un conflicto de más de medio siglo. Lo esperan no solamente los colombianos, sino también el continente entero», sentenció.
Márquez también la «voz de aliento» del grupo rebelde a los campesinos que participan en la huelga del sector agrario colombiano y que hoy entró en su segunda semana.
El próximo miércoles concluirá la decimotercera ronda del proceso de diálogos, centrado actualmente en el tema de la participación política, segundo punto de la agenda.
La Habana, 26 ago (EFE).-