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California y Carolina del Sur podrían convertirse en los próximos estados en limitar el uso de teléfonos celulares en las escuelas, luego de que funcionarios estatales abordaron el tema el martes.
El gobernador de California, Gavin Newsom, está enviando cartas a los distritos escolares, instándolos a restringir el uso de teléfonos inteligentes por parte de los estudiantes en el campus. La Junta Estatal de Educación de Carolina del Sur adoptó unas directrices para indicar a los distritos locales que prohíban el uso de teléfonos celulares durante el horario de clase, pero pospuso una votación final hasta el próximo mes para tener más tiempo para elaborar la propuesta.
Los esfuerzos marcan un impulso más amplio por parte de los funcionarios de Utah, Florida, Luisiana y otros lugares para tratar de limitar el uso de teléfonos celulares en las escuelas con el fin de reducir las distracciones en el aula y abordar los impactos de las redes sociales en la salud mental de los niños y adolescentes.
Pero el progreso puede ser un desafío. En muchas escuelas ya se han prohibido los teléfonos celulares, pero no siempre se aplican y los estudiantes a menudo encuentran formas de saltarse las reglas, como esconder los teléfonos en sus regazos. Algunos padres han expresado su preocupación por que las prohibiciones los puedan aislar de sus hijos en caso de emergencia.
Los distritos deberían “actuar ahora” para ayudar a los estudiantes a concentrarse en la escuela restringiendo el uso de sus teléfonos inteligentes, dijo Newsom en la carta. También citó los riesgos para el bienestar de los jóvenes, un tema que ganó renovada atención en junio después de que el Cirujano General de EE. UU. Vivek Murthy pidió al Congreso que exigiera etiquetas de advertencia en las plataformas de redes sociales .
“Cada aula debería ser un lugar de concentración, aprendizaje y crecimiento”, afirmó el demócrata en su carta. “Al trabajar juntos, los educadores, administradores y padres pueden crear un entorno en el que los estudiantes participen plenamente en su educación, libres de las distracciones de los teléfonos y las presiones de las redes sociales”.
Newsom dijo a principios de este verano que planeaba abordar el uso de teléfonos inteligentes por parte de los estudiantes , y su carta dice que está trabajando en ello con la Legislatura estatal. El anuncio del martes no es un mandato, sino un estímulo para que los distritos actúen.
Newsom firmó una ley en 2019 que otorga a los distritos la autoridad para regular el acceso de los estudiantes a los teléfonos inteligentes durante el horario escolar.
El debate sobre la prohibición de los teléfonos celulares en las escuelas para mejorar los resultados académicos no es nuevo, pero las autoridades suelen recurrir a las prohibiciones como solución en lugar de encontrar formas de integrar los dispositivos digitales como herramientas para el aprendizaje, dijo Antero García, profesor de la Escuela de Posgrado en Educación de la Universidad de Stanford.
“Lo que me sorprende es la incapacidad de la sociedad para avanzar y encontrar otros tipos de soluciones que no sean volver siempre a esta conversación de ‘¿Deberíamos prohibir los dispositivos?’ como solución principal a algo que no ha funcionado”, dijo García.
“Sugerir que se limite el uso de teléfonos celulares en las escuelas es algo muy bueno”, agregó. “Lo que eso significa para los maestros de secundaria la próxima semana, cuando muchas escuelas comiencen sus clases, es un panorama muy diferente”.
Pero algunos padres dicen que prohibir los teléfonos celulares ayudaría a sus hijos a concentrarse durante la clase. Jessica French, madre de un joven de 16 años y otro de 12 años que vive en la ciudad de Palo Cedro, en el norte de California, dijo que su hijo ha jugado con el teléfono de un compañero de clase mientras estaba en la escuela, lo que lo distrae aún más del aprendizaje. Debería haber una prohibición estatal de los teléfonos en clase, dijo.
Si las normas sobre el acceso de los estudiantes a los teléfonos se dejaran en manos de los distritos escolares, “algunas comunidades locales que podrían no estar de acuerdo” simplemente “les harían un flaco favor a sus niños”, dijo French. Eso significa que esos estudiantes no “tendrán la misma capacidad de aprender porque se distraerán”.
Algunas escuelas y distritos de California ya han tomado medidas. El Distrito Unificado de Los Ángeles, el segundo distrito escolar más grande del país con más de 500.000 estudiantes, aprobó en junio una prohibición del uso de teléfonos celulares por parte de los estudiantes.
Troy Flint, portavoz de la Asociación de Juntas Escolares de California, dice que los distritos deberían poder crear sus propias reglas sobre el acceso a los dispositivos en la escuela.
“El uso de teléfonos celulares y redes sociales en el campus es sin duda un problema grave que merece un análisis minucioso”, dijo Flint. “Pero esas decisiones son muy específicas de ciertas escuelas y comunidades, y deben tomarse a nivel local”.
Este verano, los legisladores de Carolina del Sur aprobaron una norma temporal de un año en el presupuesto estatal que obliga a las escuelas a prohibir el uso de teléfonos celulares a los estudiantes o perderán la financiación estatal. Las escuelas tienen hasta principios de 2025 para implementar sus normas específicas y los castigos por infringirlas.
Los funcionarios de educación se apresuraron a preparar la propuesta para que los distritos tuvieran tiempo de adaptar sus propias reglas a las pautas estatales.
Pero el presidente de la junta estatal, David O’Shields, dijo el martes que no había necesidad de apresurarse y darles a los distritos «huevos blandos» cuando se podría dedicar un poco más de tiempo a trabajar en las reglas y obtener más aportes de maestros, padres y administradores.
«Hagamos que estos huevos estén bien hechos. Quiero una buena tortilla», dijo O’Shields.
O’Shields se sintió especialmente convencido por Jennifer Rainville del Centro de Justicia Legal Appleseed de Carolina del Sur, quien señaló que más de 100.000 estudiantes fueron suspendidos en un año escolar reciente y pidió que las reglas fueran lo más específicas posibles para señalar a los distritos que no lo hagan como castigo.
«Lo último que necesitamos es idear políticas sobre teléfonos celulares que sean una salida fácil para los estudiantes que podrían tomar un día de suspensión cuando necesitan estar en el aula», dijo O’Shields.
Existen dudas sobre si se deben prohibir los teléfonos celulares durante los viajes en autobús o las excursiones escolares o solo durante las horas de clase.
“Devolvamos a los niños una infancia sin distracciones”, dijo el superintendente adjunto del Departamento de Educación del estado, Matthew Ferguson.
Una breve encuesta realizada a profesores de Carolina del Sur en mayo mostró que el 92% apoyaba limitar el acceso a los teléfonos móviles en las aulas y el 55% quería una prohibición total. La encuesta de la superintendente de Educación Ellen Weaver también encontró que el 83% de los profesores piensa que los teléfonos móviles son una distracción diaria para el aprendizaje, escribió el Departamento de Educación en un memorando a la junta.
