El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció hoy la suspensión del desembolso de la ayuda financiera a Grecia hasta que se haya producido un cambio de Gobierno en ese país, que celebrará elecciones anticipadas el próximo 25 de enero.
Poco después de que el primer ministro griego, Andonis Samarás, convocara las elecciones anticipadas, el FMI emitió un comunicado que supone la efectiva suspensión del programa de rescate hasta hablar con las nuevas autoridades que surjan de esos comicios, aunque descartó que ello vaya a perjudicar a las finanzas del país.
Las conversaciones sobre la sexta revisión del programa de reformas, de la que depende la continuidad de la ayuda financiera a Grecia, «se reanudarán una vez que haya asumido un nuevo Gobierno», aseguró en un comunicado el portavoz del FMI, Gerry Rice, quien a renglón seguido destacó que actualmente Grecia «no enfrenta necesidades de financiación inmediatas».
Grecia celebrará elecciones anticipadas el 25 de enero tras fracasar hoy el Gobierno de Andonis Samarás en su intento de imponer su candidato a la Presidencia de la República en la tercera y decisiva votación parlamentaria.
En esa tercera votación, el excomisario europeo y varias veces ministro Stavros Dimas, de 73 años, obtuvo el respaldo de 168 de los 300 diputados de la Cámara legislativa helena, 12 menos de los 180 votos que necesitaba, por lo que, en cumplimiento de la Constitución griega, automáticamente se disolvió el Parlamento.
El sábado pasado, Samarás había advertido a los parlamentarios de que, de no respaldar a Dimas, automáticamente se aliarían con el principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, cuyo líder, Alexis Tsipras, dejó claro desde un principio que no apoyaría a ningún candidato para forzar elecciones.
Tsipras, quien encabeza todas las encuestas electorales, ha dejado claro que no aceptará ningún acuerdo firmado por el Gobierno saliente, lo que parece ser el origen de la decisión del FMI.
En caso de dominar la Legislatura, el izquierdista Syriza podría dar marcha atrás a las medidas de austeridad que el FMI considera que requiere la economía griega para recuperarse, y que suponen una condición del organismo para proseguir con su multimillonario programa de ayuda financiera.
Grecia es el alumno europeo rezagado del FMI y de los restantes organismos de crédito internacionales que participaron en los programas de rescate financiero debido a la crisis.
Los otros países que necesitaron ayuda, Irlanda y Portugal, han superado sus programas de rescate.
Pero Atenas se encuentra aún inmerso en su segundo programa de rescate, tras fracasar el primero, y del que la eurozona le ha concedido una extensión hasta finales de febrero, un plazo que también supone una presión añadida a la actual situación.
En principio estaba previsto que los representantes del FMI, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) reanudaran en torno al próximo 10 de enero la sexta evaluación del programa de reformas griego, pero ahora esa fecha está en suspenso.
De esa evaluación depende, en principio, que Grecia obtenga del FMI y del Eurogrupo el desembolso final de una línea de crédito que sustituya al rescate y que iría unido a condiciones menos estrictas.
Las autoridades europeas también han prorrogado por dos meses la disponibilidad de los bonos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) en la reserva del Fondo de Estabilidad Financiera del Estado Helénico (HFSF), empleada para recapitalizar a la banca griega.
El FMI ha anticipado que la economía griega superará finalmente este 2014 el mayor bache de su crisis y cerrará el año de nuevo en crecimiento positivo, con un 0,6 %, tras varios años de contracción.
En abril pasado, el FMI se congratulaba de la buena recepción por parte de los inversores a una emisión de bonos por valor de 3.000 millones de euros que hizo ese país, lo que interpretaba como su «vuelta a los mercados» cuatro años después de que se le cerraran las puertas de la financiación privada internacional.
Washington, 29 dic (EFE).-