San Salvador, 21 jul (EFE).- El Fiscal salvadoreño, Douglas Meléndez reveló hoy que ha recibido amenazas de muerte «por vídeo y por escrito» a causa de las investigaciones y la captura de policías vinculados a ejecuciones extrajudiciales, grupos de exterminio y sicariato.
«A raíz de algunas amenazas que he estado recibiendo por vídeo y por escrito, quiero hacerle un llamado a los policías: nosotros los hemos estado respaldando y los vamos a seguir respaldando, (…) pero no podemos permitir que existan procedimientos de forma irregular», manifestó Meléndez en rueda de prensa.
Esta declaración fue en relación directa al arresto de seis agentes de una unidad elite de la Policía acusados de ejecutar extrajudicialmente a un joven durante un operativo en el que también murieron siete supuestos pandilleros.
El 26 de marzo de 2015, los miembros del Grupo de Reacción Policial (GRP) se enfrentaron a tiros con supuestos miembros de la Mara Salvatrucha (MS13) en la localidad de San José Villanueva del central departamento de La Libertad, y la refriega se saldó con seis hombres y una mujer muertos.
«No hemos procesado a los policías del GRP por los pandilleros (muertos), lo hemos hecho porque murió una persona que no tenía que ver con pandillas», explicó el jefe de la Fiscalía.
Detalló que a la víctima, identificada como Dennis Martínez, la sacaron de su casa y «fue ejecutado» ya terminado el tiroteo, «según la evidencia que tenemos».
Agregó que a uno de los testigos que indicó que Martínez fue asesinado por los agentes «le dan muerte 21 días después del enfrentamiento», sin entrar en detalles.
Otro caso por el que la Fiscalía ordenó el arresto de cinco agentes es el de un grupo de exterminio desarticulado a inicios de julio.
La estructura, completada por cinco civiles, es vinculada a unos 40 asesinatos, aunque los sospechosos son procesados por nueve ejecuciones en la zona oriental del país.
«En ese caso, francamente, también hubo involucramiento de policías, (…) no hay duda alguna de la participación» y «no podemos permitir que la situación en nuestro país se descomponga o se degenere y que particulares o grupos de policías estén actuando fuera del marco legal», enfatizó Meléndez.
Otro caso que se añade a estos dos es el de una banda de sicarios a sueldo que ultimaban a pandilleros en el centro de El Salvador y que fue desmembrada a inicios de mayo, cuando se detuvieron otros seis policías.
Datos a los que Efe tuvo acceso recientemente dan cuenta de que entre el 2011 y el 2016 la muerte de pandilleros en enfrentamientos con los cuerpos de Seguridad se incrementó en más de un 9.800 %, estos pasaron de tres por año a 298, en seis años.
Las autoridades salvadoreñas acusan a las pandillas MS13 y Barrio 18 de mantener los altos índices de homicidios que sitúan a El Salvador como uno de los países más violentos del mundo.
El ombudsman salvadoreño, David Morales, explicó recientemente a Efe que la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), que él preside, investiga un total de 39 «hechos que podrían dar lugar a posibles ejecuciones extrajudiciales» de 139 personas en procedimientos policiales.
Las cifras oficiales dan cuenta de que el primer semestre del 2016 es el más violento en la última década en el país centroamericano. En este lapso un total de 3.050 personas fueron asesinadas, un 6,1 % más que las 2.874 registradas en el mismo lapso de 2015.
