San Salvador, 7 ago (EFE).- El expresidente salvadoreño Mauricio Funes desistió hoy de continuar con los procesos legales contra dos diputados y un dirigente de ARENA, el principal partido opositor del país, a quienes acusaba de difamación por ligarlo a un accidente en un vehículo de lujo cuando estaba en el poder.
«A pesar de contar con todas las pruebas necesarias para demostrar la atribución calumniosa que hicieron dirigentes de ARENA (…) de mi participación» en el accidente «desisto soberanamente (…) de continuar con los procesos judiciales», indicó el exmandatario (2009-2014) a través de un comunicado.
Funes había acusado a los parlamentarios de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) Ana Vilma de Escobar y Roberto D’aubuisson y a su vicepresidente de Ideología, Ernesto Muyshondt, de involucrarlo en el accidente de un vehículo Ferrari ocurrido en febrero pasado.
La diputada De Escobar fue desaforada el 3 de julio por ese caso a petición de Funes, mientras que el desafuero de D’aubuisson aún está en proceso en el Parlamento.
Funes pidió al Parlamento salvadoreño archivar el expediente «que se ventila contra el diputado Roberto D’aubuisson, de modo de cerrar un proceso que lejos de garantizar justicia, tal como lo evidencia el cuestionable fallo del juez en el caso Muyshondt, vendría a tensionar aún más el ambiente político nacional».
El Juzgado Quinto de Sentencia de San Salvador anuló el 23 julio la demanda del expresidente contra Muyshondt por el delito de difamación.
Funes argumentó en el comunicado que desistió de las demandas porque el país necesita tranquilidad y unión para salir adelante.
«A pesar de los daños ocasionados a mi imagen, estoy convencido que El Salvador demanda de un ambiente de tranquilidad y distensión política que permita que todas las fuerzas políticas del país se aproximen en la búsqueda de un camino (…) para sacar adelante a nuestra querida patria», destacó.
Añadió que el actual presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, «lidera un proceso de unidad nacional» y que como exmandatario «debe contribuir a alcanzar este noble propósito».
A D’aubuisson, De Escobar y Muyshondt «les perdono por los agravios cometidos en contra de mi persona, de mi familia y del FMLN, en el entendido que fueron afirmaciones hechas en el contexto de una campana electoral», concluyó Funes.
El accidente del Ferrari ocurrió en plena campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que Sánchez Cerén ganó la segunda Presidencia consecutiva para el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Funes, quien dejó la Presidencia el 31 de mayo, presentó el 4 de marzo ante el Parlamento la petición de desafuero de los dos diputados.
En su momento, Casa Presidencial señaló que ambos parlamentarios y Muyshondt impulsaron «una campaña de calumnias y difamación contra» Funes «al involucrarlo en el accidente del automóvil marca Ferrari», un caso que tuvo amplia repercusión mediática en ese entonces.
El vehículo chocó contra un árbol en una plazoleta de San Salvador en la madrugada del 18 de febrero, el mismo día en que Funes sufrió una caída y se fracturó la cadera, por lo que fue intervenido quirúrgicamente.
Los tres opositores señalados por Funes aseguraron en reiteradas ocasiones que el entonces presidente realmente se habría lesionado en ese accidente, lo que el exmandatario continúa rechazando.
La Presidencia divulgó el 4 de marzo, cuando Funes aún era presidente, una carta en la que el propietario y ocupante del Ferrari, el empresario salvadoreño Eduardo Antonio Kriete Ávila, negó que el entonces mandatario hubiera estado involucrado en el hecho.