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Tim Walz se postula para vicepresidente, pero por un momento, el miércoles por la noche, parecía como si estuviera haciendo campaña para ser el entrenador de fútbol americano de secundaria del país.
Antes de hablar, aproximadamente una docena de jugadores del equipo al que ayudó a entrenar para ganar un campeonato estatal de Minnesota hace décadas corrieron hacia el escenario, algunos vistiendo sus viejas camisetas de la escuela secundaria, saltando al son de los cuernos de una banda de música.
Una vez que apareció el Sr. Walz, los delegados en el estadio repleto ondearon carteles que decían «Entrenador Walz» y la multitud coreó «¡entrenador, entrenador, entrenador!».
Como esta fue la primera oportunidad importante del Sr. Walz de presentarse a la nación, su discurso se centró principalmente en su historia personal: su época como entrenador de fútbol, por supuesto, pero también su educación, su alistamiento en la Guardia Nacional del Ejército, su trabajo como profesor de secundaria y su servicio como congresista y gobernador.
Durante algunos momentos de su discurso, su hija Hope, de 23 años, y su hijo Gus, de 17, fueron vistos llorando en la primera fila del estadio. «¡Ese es mi papá!», murmuró Gus mientras la cámara de televisión lo enfocaba.
En el estilo campestre que la campaña demócrata cree que conecta con los votantes moderados en los estados cruciales del Medio Oeste, le dijo a la multitud que estaba «listo para pasar página con estos muchachos», refiriéndose a Donald Trump y su compañero de fórmula JD Vance.
“Así que díganlo conmigo: ‘No vamos a volver atrás’”.
Siguió a una amplia gama de oradores y artistas que subieron al escenario en la tercera noche de la convención en Chicago, y Oprah Winfrey recibió la respuesta más estridente después de una aparición sorpresa en su ciudad natal.
La extravagancia de la fiesta de cuatro días culminará el jueves por la noche cuando la vicepresidenta Kamala Harris acepte formalmente la nominación demócrata, poco más de un mes después de que el presidente Joe Biden se retirara de la carrera.
Pero el miércoles por la noche, todo se concentró en Tim Walz, un hombre prácticamente desconocido para la mayoría de los estadounidenses hace apenas unas semanas.
Se basó en el primer discurso que dio en Filadelfia, Pensilvania, a principios de este mes después de ser elegido compañero de fórmula de Kamala Harris, y retocó algunas de las mismas frases ingeniosas.
“En Minnesota respetamos a nuestros vecinos y las decisiones personales que toman”, afirmó. “Y aunque no tomáramos las mismas decisiones para nosotros mismos, tenemos una regla de oro: ¡ocúpate de tus propios asuntos!”.
La libertad personal se ha convertido en un estribillo común entre los demócratas en esta convención y, al referirse a ella, el Sr. Walz describió «el infierno de la infertilidad».
El tratamiento de fertilidad mediante FIV se ha visto envuelto en el debate en Estados Unidos sobre el derecho al aborto y el gobernador de Minnesota ha aludido repetidamente al proceso durante la campaña electoral cuando habla de la historia de su familia.
Su esposa, Gwen, aclaró recientemente que pasaron por un procedimiento diferente , lo que generó críticas republicanas de que Walz había sido engañoso.
En el escenario de la convención, dijo que quería hablar sobre su lucha por tener hijos porque esta elección se trataba de «libertad».
“Cuando los demócratas hablamos de libertad, nos referimos a tu libertad de tener una vida mejor para ti y para las personas que amas”, dijo.
“La libertad de tomar tus propias decisiones en materia de atención médica. Y, sí, la libertad de que tus hijos vayan a la escuela sin preocuparse de que los maten a tiros en los pasillos”.
También promocionó las prioridades demócratas que ha promulgado mientras se desempeñaba como gobernador de Minnesota, incluidos almuerzos escolares gratuitos, licencias médicas y familiares pagas, recortes de impuestos para la clase media y precios más bajos para medicamentos recetados.
“Mientras otros estados prohibían los libros en sus escuelas, nosotros desterrábamos el hambre de las nuestras”, dijo entre vítores.
Pero el tema de la formación fue el que volvió una y otra vez. Cuando atacó a Donald Trump y JD Vance, señaló un blanco frecuente de los demócratas: el Proyecto 2025, un plan de políticas diseñado en parte por ex funcionarios de la administración Trump. El ex presidente ha negado su contenido, pero Walz tenía una réplica.
«He entrenado fútbol americano en la escuela secundaria durante mucho tiempo, les prometo esto: cuando alguien se toma el tiempo de elaborar un libro de jugadas, lo va a usar», dijo.
Y para cerrar, repitió las metáforas futbolísticas, prometiendo una charla motivadora mientras la multitud volvía a corear “entrenador”.
“Es el cuarto cuarto”, dijo. “Estamos abajo por un gol de campo, pero estamos en la ofensiva. Estamos avanzando por el campo. Y, vaya, tenemos el equipo adecuado para ganar esto”.
Más temprano esa noche, la Sra. Harris, si estaba mirando, tuvo la oportunidad de ver a algunos de los rumoreados finalistas en su proceso de selección para vicepresidente en el escenario.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, habló del efecto positivo que tuvo el gobierno al abrirle la puerta para formar una familia como hombre homosexual. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, también abordó el tema de la libertad personal, centrándose en gran medida en la educación, los derechos reproductivos y las elecciones justas.
“Los nombres de Kamala y Tim pueden estar en la boleta”, dijo, “pero son nuestros derechos y nuestras libertades las que están en juego”.
Sin embargo, Harris optó por Walz, y su talento particular quedó en evidencia el miércoles por la noche. No tenía la retórica imponente de Shapiro ni la elocuencia de Buttigieg, pero los demócratas esperan que su acento plano del medio oeste, su físico algo rechoncho y su pelo ralo, combinados con el tono de voz de un entrenador de pueblo pequeño, atraigan al tipo de votantes que han abandonado el Partido Demócrata cuando Trump está en la boleta.
Muchos republicanos dijeron que estaban aliviados por la elección de Walz, ya que temían el atractivo que tendría Shapiro en un campo de batalla clave como Pensilvania.
Y ya han estado atacando al gobernador de Minnesota, criticando lo que consideran políticas demasiado liberales como gobernador y afirmando que no solo tergiversó la naturaleza de los tratamientos de fertilidad de su familia sino también su rango en la Guardia Nacional de Minnesota.
Sin embargo, todavía no han encontrado la manera de mermar su historial como entrenador. Y si lo ocurrido el miércoles por la noche en Chicago fue una indicación, eso –más que cualquier otra cosa– será el tema central del discurso de Walz al público.
