Si Andrea Horwath hubiera tenido una forma de predecir la gravedad de su error al quitarle su apoyo al presupuesto liberal presentado a la legislatura provincial por la Premier Kathleen Wynne, quizás habría podido detener el imparable ímpetu de la avalancha Liberal que logró desatar con la manera despectiva, e incluso insultante en ocasiones, con que manejó el tema de su campaña al cargo de Premier de la Provincia.
Muchos “expertos” y varias firmas encuestadoras afirmaron que Horwath le había apostado a una estrategia atrevida y arriesgada pero ganadora. Jamás vieron que en la mente de los ciudadanos era más grande el temor a quedar en manos de Tim Hudak, y que detrás del estilo discreto y firme de gobierno de Kathleen Wynne se esconde el aplomo de una mente lúcida, curtida en muchas batallas y acostumbrada a luchar duramente por las causas que representa. Kathleen Wynne resultó ser un formidable adversario. Su franqueza y claridad de expresión contrastaron desde un principio con el estilo despectivo y arrogante de la señora Horwath. Cuando los presidentes de los sindicatos más grandes de la Provincia, los señores Jerry Dias y Sid Ryan, le expresaron a Ms. Horwath su recomendación de que apoyara el presupuesto que acababa de presentar a consideración de la legislatura la Señora Wynne, la respuesta soberbia y altanera de la señora Horwath fue decirle a los medios de comunicación que los señores sindicalistas podían pensar lo que quisieran pero que ella tenía que escuchar a la gente. Los Sindicatos estaban tradicionalmente alineados con el NDP y han apoyado durante años a sus líderes y gobernantes.
La Señora Horwath pensó que podía darse el lujo de hacer a un lado a los sindicalistas mientras buscaba el apoyo de sectores sociales y económicos más alineados con el centro-derecha. Se trataba de posicionar al NDP a otro nivel, virando de una política de izquierda con el propósito de ampliar la base votante y poder aglutinar a una mayor población alrededor de la bandera naranja. Grave error.
Los sindicatos reaccionaron de inmediato instruyendo a sus bases para que el voto de sus miembros fuera a favor del partido Liberal. Única manera de salvar a la Provincia de una tiranía de derecha en manos de Hudak.
El resultado final de la votación aún se está procesando al momento de escribir estas palabras, pero el dictamen de la Gente en las Urnas fue contundente: La Provincia de Ontario tiene ahora un gobierno de Mayoría Liberal. El señor Hudak acaba de anunciar su retiro de la jefatura del Partido Conservador de Ontario y la señora Horwath deberá ahora enfrentar las consecuencias de su precipitación y falta de visión política. Al perder la ventaja competitiva en Ontario, el NDP de la señora Horwath le ha hecho un mal incalculable al Partido Federal. Hasta aquí llegó la Ola Anaranjada con que Jack Layton llevó al Nuevo Partido Demócrata a la posición de Partido Oficial de La Oposición. Es bien posible que para 2015 haya un resurgir del Partido Liberal. Volveríamos a un gobierno de minoría conservadora y el Liberalismo como partido oficial de la Oposición. Todo ello a consecuencia de la avalancha desatada por la falta de visión estratégica de la señora Horwath. De repente Andrea Horwath tendrá que renunciar al tiempo con su adversario conservador Tim Hudak. La política Canadiense, así como su clima, está llena de variables intempestivas.
