El déficit presupuestario de Estados Unidos aumentó en el año fiscal que cerró el 30 de septiembre hasta el 3,2 %, por encima del 2,5 % del ejercicio previo, lo que supone la primera subida desde 2009, según los datos publicados hoy por el Departamento del Tesoro.
Los gastos excedieron a los ingresos en 587.400 millones de dólares, por encima de los 439.100 millones de dólares de déficit del ejercicio fiscal anterior.
No obstante, el dato está dentro de lo esperado por el Congreso de los Estados Unidos, que esperaba que el déficit presupuestario rondara los 588.000 millones de dólares.
Este primer aumento en siete años sugiere que el envejecimiento de la población en Estados Unidos y la debilidad subyacente en el mercado de trabajo ha aumentado el gasto y limitado la capacidad de recaudación fiscal.
El Gobierno estadounidense ingresó en el ejercicio fiscal de 2016, que finalizó el 30 de septiembre, 3,27 billones de dólares, equivalente al 17,8 % del producto interior bruto (PIB), y gastó 3,85 billones de dólares, cerca del 21 % del PIB.
Las grandes partidas donde se incrementó el gasto fueron Seguridad Social, Medicare (cuidado médico para jubilados), Medicaid (salud pública para personas de bajos ingresos) y en el pago de intereses de deuda.
En la reciente reunión de otoño entre el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), este último advirtió de que Estados Unidos necesita una estrategia creíble de reducción del déficit y la deuda ante un incremento del coste de la sanidad y una población más envejecida.
Las perspectivas de reducción del déficit son poco halagüeñas a juzgar por las propuestas que han presentado la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, y su rival republicano, Donald Trump, ambas consideradas políticas de aumento del gasto por encima de los ingresos.
Pese a la propuesta de aumentar los impuestos a las grandes fortunas, las proyecciones de economistas señalan que su plan de inversión en infraestructuras por valor de 275.000 millones de dólares y su propuesta de facilitar el acceso a la educación superior aumentarán el déficit.
Del mismo modo, los planes de Trump de bajar los impuestos de manera sustancial y ejecutar un programa de inversión de 500.000 millones de dólares en infraestructuras, algo que podría aumentar la deuda en 5 billones de dólares en una década.Washington, 14 oct (EFE).-