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El Congreso aprobó una propuesta para exigir al gobierno federal que compre únicamente banderas estadounidenses que hayan sido fabricadas íntegramente en Estados Unidos. Estados Unidos importa millones de banderas estadounidenses del extranjero, principalmente de China, y los patrocinadores de la propuesta dijeron que es hora de que las banderas estadounidenses se originen en el país que representan.
Los partidarios de la propuesta, encabezados por la senadora republicana Susan Collins de Maine y el senador demócrata Sherrod Brown de Ohio, dijeron que el cambio es más que meramente simbólico: creen que apoyará los empleos y los fabricantes estadounidenses, al tiempo que preservará la bandera más reconocida del país.
“La bandera estadounidense es un símbolo de nuestra identidad, determinación y valores como pueblo. Para honrar su importancia, el gobierno federal solo debería utilizar banderas fabricadas íntegramente en Estados Unidos”, afirmó Collins.
Los partidarios de la propuesta dijeron el lunes que esperan que la medida se convierta en ley pronto. La ley fue enviada al presidente Joe Biden el jueves.
Las normas federales actuales exigen que el gobierno compre banderas que contengan la mitad de materiales fabricados en Estados Unidos, dijeron los partidarios de la propuesta. El cambio de norma, llamado “Ley de la Bandera Totalmente Estadounidense”, exige que las banderas compradas por el gobierno se produzcan íntegramente con materiales fabricados en Estados Unidos y que se fabriquen en Estados Unidos.
Según datos federales, el valor de las importaciones de banderas estadounidenses en 2015 superó los 4 millones de dólares. La gran mayoría de esas importaciones procedían de China, según los partidarios del cambio de normativa.
En 2017, Estados Unidos importó unos 10 millones de banderas estadounidenses, y el 99,5% de ellas procedían de China, según afirmaron los partidarios de la propuesta. Esas cifras incluyen todas las banderas estadounidenses importadas al país y no solo las adquiridas por el gobierno federal.
Collins y Brown han estado presionando para que las banderas estadounidenses se fabriquen en Estados Unidos durante varios años. Los esfuerzos anteriores para cambiar las reglas y exigir que las banderas se fabriquen en Estados Unidos tuvieron éxito en el Senado de Estados Unidos, pero se estancaron cuando llegaron a la Cámara de Representantes.