El Circo del Sol ha completado su venta a un grupo de acreedores capitaneado por Catalyst Capital Group, lo que le permite salir de la quiebra que declaró el pasado mes de junio cuando la pandemia obligó a la compañía canadiense a suspender todos sus espectáculos y despedir a cerca de 3.500 empelados.
El acuerdo permite que Daniel Lamarre permanezca como presidente y consejero delegado del Circo del Sol así como mantener la sede de la compañía en la ciudad de Montreal.
Además, Jim Murren, que fue hasta este año consejero delegado de MGM Resorts International, y Gabriel de Alba, director gerente de Catalyst Capital, han sido nombrados copresidentes del consejo de administración.
Lamarre dijo en un comunicado estar «agradecido por la confianza» depositada por los nuevos propietarios en el equipo de gestión, y añadió que ya han empezado a poner «las bases para el relanzamiento» de la empresa, por lo que está entusiasmado de empezar «un nuevo capítulo de la historia del Circo».
El Circo del Sol solicitó al Tribunal Superior de Quebec (Canadá) el pasado 29 de junio aprobación para reestructurar la compañía, que ya se encontraba en dificultades financieras desde antes de la aparición de la pandemia de la covid-19.
En marzo, el Circo del Sol despidió a unas 4.680 personas, un 95 % de su personal, debido a la cancelación de sus espectáculos.
La compañía, que fue fundada en Montreal en 1984 y que hasta la aparición del coronavirus operaba 44 espectáculos en todo el mundo, tenía una deuda de unos 900 millones de dólares fruto de un acuerdo firmado por la compañía con el fondo de inversiones estadounidense TPG, que se hizo con una operación mayoritaria de la compañía.
Según el acuerdo, el fundador del Circo del Sol, Guy Laliberté, vendió su participación en la compañía por unos 1.500 millones de dólares.