ONTARIO – El líder de la provincia más poblada de Canadá convocó elecciones anticipadas y afirmó que necesita un mandato decisivo para luchar contra la amenaza arancelaria de Donald Trump.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, que ha dirigido la provincia durante más de siete años, se ha convertido en un portavoz de facto de Canadá en la lucha arancelaria después de que el primer ministro Justin Trudeau anunciara que dimitiría en marzo.
La convocatoria de elecciones anticipadas es una señal de cómo el nuevo presidente estadounidense ha revolucionado la política del país.
La campaña provincial llega más de un año antes de la fecha requerida por ley, y Ford citó la necesidad de que los votantes le den otra mayoría para «sobrevivir» al presidente Trump.
«Esta será una batalla durante los próximos cuatro años», dijo.
Trump ha dicho que está considerando imponer aranceles amplios del 25% a los productos canadienses, lo que podría entrar en vigor tan pronto como el sábado.
A principios de este mes, Ford apareció en una conferencia de prensa luciendo una gorra de béisbol difícil de pasar por alto que tenía estampada la frase «Canadá no está en venta».
El lema de la gorra se inspiró en una frase que pronunció el primer ministro en Fox News mientras hacía rondas en las cadenas estadounidenses para defender los intereses de Canadá en la posible guerra comercial que se avecina.
Su mensaje resonó al norte de la frontera, lo que le valió el apodo de «Capitán Canadá» entre columnistas y expertos.
La gorra se volvió viral después de que Ford la usara, y se vendieron acciones por un valor de 20.000 dólares canadienses (13.900 dólares; 11.100 libras esterlinas) en menos de dos horas, según la emisora Radio-Canadá.
Pero Ford enfrenta críticas por su convocatoria a elecciones por parte de aquellos que temen que esté arrojando a Ontario a una campaña costosa incluso cuando enfrenta la amenaza de aranceles costosos.
El primer ministro también enfrenta preguntas de sus oponentes sobre la política de la votación anticipada.
Su gobierno conservador progresista se ha visto envuelto en varias controversias, incluida una investigación criminal en curso sobre un acuerdo para vender un terreno ambientalmente protegido para desarrollo inmobiliario.
La decisión electoral de Ford es un ejemplo de cómo Trump ha afectado a la política canadiense, dijo el comentarista de medios y profesor de derecho Errol Mendes, de la Universidad de Ottawa.
Se espera que los aranceles tengan un impacto devastador en la economía de Canadá, que depende del comercio internacional. Estados Unidos es su principal socio comercial.
El profesor Mendes dijo a la BBC que los aranceles han cambiado el cálculo de los políticos canadienses en todos los niveles de gobierno, desde los primeros ministros provinciales como Ford hasta aquellos que compiten para reemplazar a Trudeau como líder liberal federal.
En esa carrera por el liderazgo, los favoritos Chrystia Freeland y Mark Carney se han centrado en cómo responderían a los aranceles de Trump.
Pierre Poilievre, el líder de los conservadores federales cuyo mensaje se ha centrado principalmente en cuestiones internas, se ha visto presionado a ofrecer su propio plan sobre cómo trataría con Trump.
«Todo el asunto de Trump ha trastocado por completo» la estrategia política en Canadá, afirmó el profesor Mendes.
Para Ford, ha sido una oportunidad de estar al frente de una conversación nacional crítica, especialmente en medio del caos político en Ottawa tras la decisión de Trudeau de renunciar.
Su provincia podría sufrir significativamente si se materializan los aranceles.
La economía de Ontario es la más grande de Canadá, representa alrededor del 38% del PIB del país y tiene un sector automotriz importante que está profundamente integrado con el de EE. UU.
Ford ha sugerido que 500.000 de los 14,2 millones de habitantes de Ontario podrían perder sus empleos si Estados Unidos sigue adelante con los aranceles generales.
El primer ministro es conocido por su estilo sencillo y directo, que se ha convertido en sinónimo de su apellido y que fue popularizado por su difunto hermano, el ex alcalde de Toronto Rob Ford.
«No puedes dejar que alguien te golpee en la cabeza con un mazo sin devolverle el doble de fuerte, en mi opinión», afirmó a principios de este mes.
Ha pedido una fuerte represalia a cualquier arancel radical, sugiriendo que Canadá corte el suministro de energía a los EE. UU. y pidiendo a las licorerías provinciales que retiren las bebidas estadounidenses de sus estantes.
Al mismo tiempo, propuso la idea de la “Fortaleza Am-Can”, un eslogan pegadizo para venderle a Trump la idea de una alianza energética más fuerte entre los dos países.
El profesor Mendes dijo que, al convocar elecciones anticipadas en su provincia, Ford está jugando varias partidas de ajedrez político mientras busca consolidar su posición tanto en Ontario como como voz de Canadá.
El profesor Mendes dijo que hasta ahora Ford ha logrado atraer la atención de Estados Unidos hacia su mensaje, más que otros primeros ministros y Trudeau.
Se espera que encabece una delegación de primeros ministros canadienses que se reunirá con legisladores estadounidenses en Washington DC dos veces el próximo mes.
Sin embargo, en el ámbito nacional aún enfrenta desafíos importantes, principalmente la investigación en curso sobre las transacciones de tierras de su gobierno.
«Ahora es el momento (para que Ford) realice las elecciones y obtenga su nueva y enorme mayoría para capear esa tormenta, cuando sea que ocurra», dijo el profesor Mendes.
Una elección también podría asegurarle un nuevo mandato antes de que los posibles aranceles estadounidenses afecten la economía provincial.
A pesar de las controversias, Ford ha mantenido su posición en Ontario. Ha obtenido la mayoría en dos ocasiones y las encuestas hasta el momento indican que se encamina a lograr una tercera.
Dijo que Ford ha demostrado ser un sobreviviente político al comunicarse eficazmente con una base de clase trabajadora, al igual que Trump.
«Está conectando en términos de poder luchar y luchar ferozmente por Canadá», dijo.
