El segundo de los “dos Michaels” de Canadá fue juzgado en Beijing este lunes después de estar detenido durante más de dos años en aparente represalia por el arresto en Vancouver de Meng Wanzhou.
El juicio del exdiplomático Michael Kovrig por cargos de espionaje, sigue a una audiencia inicial en el caso del empresario canadiense Michael Spavor, quien enfrenta cargos similares, en la ciudad nororiental de Dandong el viernes.
A los diplomáticos canadienses se les ha negado el acceso a los juicios con la explicación de que las audiencias se llevaron a cabo a puerta cerrada debido a presuntas preocupaciones de seguridad nacional.
No obstante, se han presentado diplomáticos y periodistas para buscar información y mostrar apoyo.
Fuera del Tribunal Intermedio No. 2 de Beijing, Jim Nickel, subjefe de misión de la Embajada de Canadá, manifestó que le habían dicho que el juicio había comenzado, pero que se le prohibió la entrada por lo que, según él, era una violación de las obligaciones de los tratados bilaterales e internacionales de China.
“Michael Kovrig lleva detenido más de dos años. Ha sido detenido arbitrariamente y ahora vemos que el proceso judicial en sí no es transparente”, aseguró Nickel a los periodistas.
“Estamos muy preocupados por esto, pero agradecemos a quienes han salido de las embajadas aquí en Beijing y el apoyo internacional que hemos tenido para Michael, para Canadá y el llamado que muchos de nosotros estamos haciendo para su liberación inmediata», agregó.
Nickel expuso que 26 países habían enviado representantes para mostrar su apoyo, incluidos Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y muchas naciones europeas.
No estaba claro cuánto duraría el juicio o cuándo se anunciaría un veredicto.
El gobierno casi no ha proporcionado información sobre las acusaciones contra los dos, pero un periódico del gobernante Partido Comunista alega que colaboraron en el robo de secretos de Estado y su envío al exterior.
No se ha anunciado ningún veredicto en el caso de Spavor y no estaba claro si se llevarían a cabo audiencias adicionales.
Sin embargo, estos casos casi siempre están predeterminados en China, y se considera que Beijing usa a Kovrig y Spavor como palanca para obtener la liberación de la ejecutiva de Huawei, Meng Wanzhou, quien fue arrestada a solicitud de los EE.UU. en el aeropuerto de Vancouver en diciembre de 2018.
Los dos canadienses fueron detenidos en China pocos días después y han estado retenidos desde entonces, mientras que Meng ha sido liberada bajo fianza y permanece bajo arresto domiciliario en su mansión de Vancouver.
Kovrig y Spavor fueron finalmente acusados en junio de 2020 según las leyes de seguridad nacional ampliamente definidas de China.
Mientras tanto, Meng es buscado por Estados Unidos por cargos de fraude relacionados con los tratos de Huawei con Irán, que se encuentra bajo sanciones financieras estadounidenses.
En una conferencia de prensa en Ottawa el viernes, el primer ministro Justin Trudeau declaró que el encarcelamiento arbitrario de Spavor y Kovrig era completamente inaceptable, «al igual que la falta de transparencia en torno a estos procedimientos judiciales».
La naturaleza reservada de la audiencia de Spavor significa que “se vuelve extremadamente difícil emitir comentarios sobre si el juicio fue justo o no”, agregó Trudeau.
“Ciertamente puedo decir que en Canadá somos un país con un sistema de justicia independiente que valora la transparencia como parte del proceso en términos de garantizar que la justicia sea justa y se haga correctamente», agregó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha negado cualquier irregularidad en el manejo de los casos de Kovrig y Spavor, atribuyendo el momento de sus juicios a poco más que una coincidencia.
El caso de Meng ha enfurecido profundamente al gobierno de China, que ve su detención como un intento deliberado de difamar a las empresas chinas e impedir la creciente influencia económica y política de la nación.
Beijing ha exigido su liberación inmediata e incondicional y también ha restringido varias exportaciones canadienses, incluida la semilla de aceite de canola, y ha dictado sentencias de muerte a otros cuatro canadienses condenados por tráfico de drogas.
Canadá y Estados Unidos se han comprometido a trabajar junto con China para buscar la liberación de los dos Michaels, pero las reuniones entre los principales diplomáticos estadounidenses y chinos la semana pasada parecían ofrecer pocas esperanzas.