Aunque su nombre suene como alguna teoría de la conspiración, lo ames o lo odies, el ‘Gran Reinicio’ es real.
Se discute y promueve abiertamente aquí en Canadá; incluso en el Banco de Canadá.
En él, Trudeau afirmó sonriendo que «esta pandemia ha brindado una oportunidad para un reinicio. Esta es nuestra oportunidad de acelerar nuestros esfuerzos prepandémicos para reinventar los sistemas económicos».
Se conoce al ‘Gran Restablecimiento’ como la «transformación global de las economías y sociedades nacionales porque, argumenta, las principales crisis que enfrenta la humanidad hoy en día, como la pandemia de COVID-19 y la cambio climático, no respeta las fronteras internacionales».
A muchos canadienses no les gustó demasiado saber que Trudeau considera estas dificultades para nuestra salud y economía como una «oportunidad» para que él imponga una agenda a nuestra nación.
Pero, afirma Trudeau, ese argumento se basa en «desinformación» y «teorías de la conspiración». También denunció a los diputados conservadores que discreparon con sus comentarios.
Uno se pregunta si Trudeau ahora también denunciará al Banco de Canadá por ser un conspirador.
En agosto, Paul Beaudry, vicegobernador del Banco, hizo una presentación con el titular «El gran reinicio: Apoyar la transición hacia una economía más verde e inteligente«. Todavía está en su sitio web para que todos lo vean.
La presentación dice “COVID-19 es un impacto y una oportunidad” y analiza un «giro hacia una economía más verde e inteligente”.
Discute «preferencias/comportamiento cambiantes» en hogares individuales en Canadá.
Es una especia de «agenda», en la cual parece que el Banco de Canadá, al menos en parte, está participando en ella. Preferiríamos que se mantuvieran neutrales.
La próxima vez que se le pregunte a Trudeau sobre el ‘Gran Reinicio’, no debería seguir criticando a los canadienses diciéndoles que no crean lo que ven justo en frente de ellos. En cambio, necesita ser sincero.