El Banco Popular de China (Central), regulador y emisor de la moneda del gigante asiático, mostró hoy su compromiso a «profundizar» en la reforma del sector financiero y llevará a cabo en 2013 una política monetaria «prudente».
En un comunicado, el organismo señaló que «tiene previsto profundizar en la reforma del sector financiero, acelerar el desarrollo de los mercados, mejorar la gestión de divisas y reforzar los servicios y regulaciones en este ámbito».
La institución se comprometió asimismo a «trabajar» para que las instituciones financieras del país «tengan un papel importante» en el proceso de urbanización y de reestructuración de la economía china, unas reformas que, según varios analistas, son necesarias para asegurar un crecimiento sostenido del país.
En cuanto a la política monetaria para el próximo ejercicio, el comunicado aseguró que el organismo «aplicará políticas estables», algo que indica su voluntad de no intervenir excesivamente en el estímulo de la economía china, como sucedió durante este año.
«El Banco mantendrá políticas monetarias orientadas al futuro, más enfocadas y más flexibles», destacó el organismo en el comunicado.
El compromiso de este organismo coincide con la voluntad del Gobierno chino, que en la Conferencia Económica Central -celebrada a principios de este mes- optó por «una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente».
Durante el primer semestre de 2012, el Banco Popular de China redujo la tasa de interés en dos ocasiones y rebajó tres veces los coeficientes de caja de las entidades financieras para estimular la concesión del crédito bancario, en un año en que el crecimiento de la economía china se ralentizó considerablemente.
Sin embargo, a partir de julio optó por inyectar liquidez con operaciones de mercado abierto para controlar los precios, y éstas se detuvieron a finales de año cuando se observó un repunte de la economía del gigante asiático.