El primer ministro interino de Irak, Adel Abdul-Mahdi, pidió a Washington que empiece a elaborar un plan para el retiro de sus fuerzas militares, pero el Departamento de Estado rechazó el pedido de plano y dijo que las partes deben “renovar” su compromiso mutuo.
Miles de manifestantes se congregaron en la capital y el sur de Irak para reclamar el retiro de las fuerzas tanto estadounidenses como iraníes. Los dos países aliados de Bagdad intercambian ataques en territorio iraquí.
El pedido de Abdul-Mahdi es reflejo de su determinación de seguir reclamando el retiro de las fuerzas estadounidenses, impulsado por el ataque con dron del 3 de enero que mató al general iraní Qassem Soleimani. En una llamada telefónica el jueves por la noche, dijo al secretario de Estado, Mike Pompeo, que los ataques estadounidenses constituían una violación inaceptable de la soberanía iraquí y de sus acuerdos de seguridad, dijo un comunicado de su oficina.Abdul-Mahdi le pidió a Pompeo que “envíe delegados a Irak para preparar un mecanismo para cumplir con la resolución parlamentaria con respecto a la retirada de las tropas extranjeras de Irak”, señaló el comunicado.
“El primer ministro dijo que las fuerzas estadounidenses habían entrado a Irak y los aviones no tripulados volaban sin permiso de las autoridades iraquíes, y eso fue una violación de los acuerdos bilaterales”, añadió la nota.
Las palabras de Abdul-Mahdi a Pompeo sugieren que el líder iraquí se mantuvo en la línea de sus declaraciones anteriores sobre la salida de los soldados estadounidenses a pesar de los recientes indicios de alivio de las tensiones entre Irán y Estados Unidos tras un intercambio de ataques que dejó a Irak al borde de convertirse en el escenario de una guerra entre terceros.
Los iraquíes sienten furia e impotencia al quedar atrapados en el enfrentamiento entre sus dos aliados más estrechos. Abdul-Mahdi ha dicho que rechaza todas las violaciones de su soberanía, tanto las de Teherán como las de Washington.
El viernes, el Departamento de Estado rechazó el pedido de plano. Dijo que la presencia de las fuerzas estadounidenses era crucial para la lucha contra el Estado Islámico y que no discutiría su retiro.
“Cualquier delegación que se enviara a Irak sería para discutir la mejor manera de renovar nuestra sociedad estratégica: no para discutir el retiro de fuerzas sino nuestra posición de fuerza correcta y apropiada en el Medio Oriente”, dijo la vocera Morgan Ortagus.
“Queremos ser un amigo y socio de un Irak soberano, próspero y estable”, añadió.