
Estados Unidos acogerá a refugiados internos en centros para inmigrantes gestionados por el Gobierno de Australia en Nauru y Papúa Nueva Guinea, en el Pacífico, anunció hoy el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull.
«Es un acuerdo de una vez. No se repetirá. Solo afectará aquellos que se encuentran en los centros regionales de tramitación. No estará disponible para aquellos que busquen llegar a Australia en el futuro», dijo Turnbull en una rueda de prensa en Camberra.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, también confirmó hoy la noticia desde la ciudad neozelandesa de Wellington, al insistir que la crisis de los refugiados es «un asunto apremiante» e instar a los países a trabajar con la ONU en «una solución duradera».
Hasta el 31 de octubre pasado había un total de 872 inmigrantes en el centro de la isla Manus (Papúa Nueva Guinea) y 390 en Nauru, entre ellos hombres, mujeres y niños de países en conflicto como Irak, Siria o Somalia,
La mayoría de estas personas han sido reconocidos como refugiados, pero se desconoce cuántas de ellas acogerá Estados Unidos en virtud de este acuerdo del que se desconocen los detalles, plazos y costes.
Turnbull indicó que se dará prioridad a «los más vulnerables» , es decir, «a las mujeres, niños y las familias» y que este acuerdo «será ordenado, tomará tiempo», aunque las autoridades esperan que la reubicación comience a partir del próximo año.
El número final de aquellos que serán transferidos a Estados Unidos será decidido por los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense que viajarán al país oceánico en las próximas semanas, según la cadena local ABC.
La agencia de las ONU para los refugiados (Acnur), que critica los centros para inmigrantes en el Pacífico, consideró que el acuerdo»refleja una solución a largo plazo para algunos refugiados que han estado cautivos en Nauru y Papúa Nueva Guinea durante más de tres años y siguen en una situación precaria».
«Los detalles completos del acuerdo se desconocen y la Acnur no es parte de él», remarcó el organismo en un comunicado fechado en Camberra, en el que subrayó que éste no altera las obligaciones australianas bajo el derecho internacional frente a los refugiados, indistintamente de la vía que utilizan para llegar a este país.
Australia negocia con Nauru un visado de 20 años en el país del Pacífico para aquellas personas que no sean aceptadas por Estados Unidos o decidan no acogerse a la oferta.
El acuerdo entre Washington y Camberra ha sido recibido con un entusiasmo moderado y una de las razones es la duda sobre si el presidente electo estadounidense, el republicano Donald Trump, lo cumpla dada su postura contra la inmigración.
Turnbull solamente se ha limitado a decir que su Gobierno «afrontaría con una administración a la vez», lo que le da un margen de acción hasta el 20 de enero, fecha en que Trump asumirá la dirección de la Casa Blanca.
Australia utiliza desde 2012 los centros de Manus y Nauru para tramitar las solicitudes de asilo de inmigrantes interceptados en alta mar en barcos irregulares que tratan de llegar a sus costas, pero aunque sean reconocidos refugiados, los reubica en terceros países.
A mediados de 2013, Australia implementó una ley por la cual los solicitantes de asilo y refugiados no serán reubicados en su territorio y en la actualidad considera radicalizar la medida al buscar prohibirles la entrada de por vida.
En busca de un tercer país para reubicar a los refugiados de los centros del Pacífico, Australia firmó en 2014 un acuerdo con Camboya por el que, a cambio de 40 millones de dólares, Phnom Penh aceptó acoger durante cuatro años a los refugiados recluidos en Nauru.
A la propuesta se apuntaron cinco de los inmigrantes recluidos en esa nación del Pacífico pero cuatro de ellos regresaron a su país de origen poco después.
Sídney (Australia), 13 nov (EFE).-