Estados Unidos está abierto a una relación «constructiva y estable» con China, y cree que pocos desafíos mundiales pueden encararse sin contar «con Pekín en la mesa», afirmó hoy Tom Donilon, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
«Hay pocos desafíos económicos y diplomáticos que pueden ser encarados en el mundo sin tener a Pekín en la mesa: desde Corea del Norte, a Irán, Siria, el reequilibrio económico global o el cambio climático», dijo Donilon en una conferencia en el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de Washington.
No obstante, subrayó que a medida que Pekín toma posición «en un mayor número de negociaciones internacionales, debe asumir responsabilidades acordes con su creciente impacto global y sus capacidades nacionales».
El alto cargo de la Administración del presidente Barack Obama analizó en su charla la política de Washington hacia Asia pocos días antes de que el presidente estadounidense inicie una gira asiática que le llevará a la Cumbre del Asia Oriental en Camboya, donde se verá con los principales líderes regionales, y posteriormente a Tailandia y Birmania.
Donilon reconoció que las relaciones bilaterales entre China y EE.UU. cuentan con elementos tanto de «cooperación como de competición», pero insistió en que la política estadounidense ha consistido en «buscar un equilibrio que permita aumentar la cantidad y la calidad de la cooperación así como la capacidad para competir».
«Buscamos gestionar los desacuerdos y competición en una manera saludable y no perturbadora», agregó.
Las palabras de Donilon se producen apenas unas horas después de que China nombrase a Xi Jinping como nuevo líder del gobernante Partido Comunista.
En un sentido similar se expresó Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado en su rueda de prensa diaria.
«Hemos trabajado bien con el anterior equipo de gobierno, y esperamos trabajar con el nuevo liderazgo de China (…) nos hemos comprometido a construir una alianza cooperativa», señaló.