Estados Unidos condenó hoy «enérgicamente» los actos violentos que están teniendo lugar en Egipto, en especial los episodios de violencia sexual contra mujeres que han tenido lugar en la plaza Tahrir en los últimos días.
«Condenamos enérgicamente los recientes actos de violencia y los ataques que han tenido lugar en Egipto. Estamos muy preocupados por estos incidentes, incluyendo las agresiones sexuales contra mujeres y el ataque a un hombre indefenso la semana pasada», dijo hoy la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Nuland se refirió así a uno de los casos más sonados, el de Mohamed Saber, que fue desnudado y golpeado por los agentes en las inmediaciones del Palacio Presidencial de Itihadiya, según un vídeo grabado y difundido por los medios de comunicación.
Saber había asegurado a la televisión estatal desde el hospital de la Policía en el que está ingresado que fueron los manifestantes quienes lo agredieron, aunque horas después volvió a retractarse y, ante la Fiscalía General, acusó a los policías de golpearlo, desnudarlo y causarle heridas.
Nuland insistió en que los episodios de violencia contra la mujer «impiden que ejerzan su derecho a la reunión pacífica, la libertad de asociación y la libertad de expresión».
Además, la portavoz instó al Gobierno de Egipto a que investigue «de manera creíble e independiente» todas las denuncias de violencia y delitos cometidos por agentes de seguridad y manifestantes para «llevar a los culpables ante la justicia».
«Como hemos venido diciendo desde que esta ola de violencia comenzó, los egipcios participaron en la revolución para traer la democracia, a fin de lograr un Estado de derecho y la libertad para todos, sin más violencia, ni asaltos sexuales, ni saqueos», insistió.
«Todos los egipcios, sin importar género, afiliación política o religión, merecen el derecho a reunirse en público con seguridad, sin temor a la violencia. Y hacemos un llamado al gobierno egipcio para que eso sea posible», insistió Nuland.
Desde el pasado 25 de enero, cuando se conmemoró el segundo aniversario de la revolución, más de medio centenar de personas han muerto y miles han resultado heridas por los choques entre fuerzas del orden y manifestantes que protestan contra el presidente egipcio, Mohamed Mursi.
La portavoz también aludió al futuro viaje a Egipto del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien visitará mañana El Cairo para participar en la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), en la primera visita de un jefe de Estado de Irán a Egipto desde el año 1979.
«Es una oportunidad para que el gobierno egipcio le entregue (a Irán) el mismo mensaje claro que ha estado enviando la comunidad internacional sobre su comportamiento en materia nuclear y su proceder en materia terrorista», manifestó Nuland.
Egipto e Irán rompieron sus relaciones diplomáticas en 1980, tras el triunfo de la Revolución Islámica y después de que las autoridades egipcias acogieran en su territorio al derrocado último Sha de Irán, Mohamad Reza Pahlevi, cuya tumba se halla en El Cairo.
En contrapartida, Irán otorgó el nombre de una de sus principales arterias de Teherán a Jaled al Islambuli, el extremista islámico suní que asesinó al entonces presidente egipcio, Anuar al Sadat.
Tras el derrocamiento de su sucesor, Hosni Mubarak, las relaciones entre ambos países se han reconducido y acercado.
(EFE).-