La economía canadiense se dirige a un futuro incierto. El crecimiento ya se ha desacelerado considerablemente. El crecimiento del empleo se ha moderado. La inflación sigue siendo obstinadamente alta. Pero el dolor que sienten los hogares hoy tristemente podría empeorar.
«El camino a seguir parece sombrío», Durante un tiempo, la economía demostró ser más resistente de lo esperado. Las subidas de tipos de interés del Banco de Canadá se acumularon una tras otra. Aun así, el mercado laboral experimentó un auge y el PIB siguió expandiéndose.
Pero el dolor económico era inevitable. La creciente inflación ha erosionado el poder adquisitivo y el aumento de las tasas de interés ha golpeado a los hogares. Ahora, han comenzado a aparecer grietas en los datos y los economistas esperan que esas grietas crezcan. El PIB se contrajo en el segundo trimestre de este año.
“Incluso si hay factores técnicos que evitan dos trimestres de PIB negativo, esta economía se sentirá como una recesión para la mayoría de los canadienses durante el próximo año», afirman los expertos en el tema económico.
¿Qué tan mal están las cosas realmente?
A pesar que vemos los centros comerciales llenos de gente abusando de sus tarjetas de crédito, los expertos afirman que hay varios factores que enmascaran cuán mala es realmente la economía.
La primera es que normalmente se necesita alrededor de un año y medio para que la economía absorba todo el impacto de los cambios en las tasas de interés.
El Banco de Canadá inició su ciclo de subidas de tipos hace 19 meses. Eso significa que el impacto del ciclo de aumento de tasas de interés más rápido y agresivo en la historia de Canadá aún está por llegar.
En segundo lugar, los patrones de consumo cambiaron durante la pandemia y no han vuelto completamente a formas normales y predecibles que faciliten la elaboración de modelos económicos. Durante los confinamientos pandémicos, los canadienses compraron muchas «cosas». Nos apoderamos de aparatos electrónicos, equipos de gimnasio y artículos para el hogar. Ahora, esos mismos productos están en muchos casos en un rincón de cada hogar.
Por lo tanto, las cifras de ventas minoristas recién publicadas muestran un repunte especialmente después del Black Friday, pero no se compara con las ventas de los años antes de la pandemia. No es tan fácil determinar cuánto de eso es estacional o cíclico cuando todos estos otros factores empujan y atraen a los consumidores en diferentes direcciones.
El gasto discrecional de los consumidores está siendo frenado por la inflación y los crecientes costos de endeudamiento. Otra señal de crecimiento lento para la economía canadiense mientras el Banco de Canadá, al mismo tiempo, lucha con una inflación por encima del objetivo
Sobre todas las cifras y todos los cambios flota un aumento sin precedentes de la inmigración. Sólo el año pasado, más de un millón de personas se mudaron a Canadá. Eso ha impulsado el consumo, pero ha enmascarado algunas debilidades subyacentes.
todos estos factores se han combinado para hacer que la economía parezca más saludable de lo que realmente es.
Estamos en el momento en que el Titanic chocó contra el iceberg, pero el barco no se hundió. Parece que hemos experimentado un golpe, pero aun no conocemos el resultado de ese mismo golpe.
La buena noticia es que, a diferencia del Titanic, podemos sanar la economía si es necesario bajando las tasas de interés. Pero esa variable sólo será una ilusión ya que el Banco de Canadá seguirá con el mazo dando.
¿Hacia dónde se dirigen las tasas de interés?
El Banco de Canadá detuvo su serie de subidas de tasas de interés. Pero dijo que eso dependía de ver más avances en la lucha para controlar la inflación.
Desde entonces, la inflación fue mucho más alta de lo que nadie esperaba. Y esta vez no fueron sólo los costos de la gasolina y los intereses hipotecarios los que dispararon el costo de vida.
Para los economistas el 2024 será un año de retos en el cual tanto el gobierno como el Banco de Canadá deben jugar bien sus cartas para no atropellar a los ciudadanos en su esfuerzo por equilibrar el déficit fiscal que atraviesa el país.
Y para las familias canadienses será como estar parado al borde de un precipicio donde el equilibrio monetario jugará un papel importante en cada decisión.
