Los dos principales favoritos que disputaron hoy en Wimbledon la tercera ronda, el serbio Novak Djokovic y el español David Ferrer, sellaron su pase a los octavos de final.
El número uno del mundo no halló dificultades para derribar en tres sets al francés Jeremy Chardy, en una hora y 26 minutos, por 6-3, 6-2 y 6-2, mientras que el cuarto cabeza de serie sufrió durante más de tres horas para vencer a un rival impredecible, el ucraniano Alexandr Dolgopolov (6-7(6), 7-6(2), 2-6, 6-1 Y 6-2, en tres horas y 12 minutos).
Djokovic mantuvo intacta su estadística personal ante el francés, que no le ha arrancado un solo set en las siete ocasiones en las que ambos se han enfrentado, y afrontará los octavos de final del torneo ante el alemán Tommy Haas, décimo tercer favorito y verdugo hoy del español Feliciano López.
Ante el número 25 de la ATP, Djokovic volvió a mostrarse intratable en una pista en la que ya se coronó en 2011 y donde aspira a hacerlo por segunda vez el domingo 7 de julio, en una temporada en la que ya se impuso en Australia y se quedó a un paso de la final de Roland Garros, el único grande ausente en su palmarés (el español Rafael Nadal le cerró la puerta en el desempate del quinto set de la semifinal).
El serbio ha alcanzado los octavos de final en el All England Club durante cinco temporadas consecutivas y firmó hoy su victoria número 50 sobre hierba en el circuito, las mismas que acumulan Nadal y el belga Xavier Malisse (72 menos de las que suma el suizo Roger Federer).
Djokovic es el único ganador de Wimbledon que continúa vivo en el torneo después de la temprana eliminación de Nadal, en primera ronda, y de Federer, en segunda, así como del australiano Lleyton Hewitt, campeón en 2002, que perdió este año en el segundo partido.
El serbio saltaba hoy a la pista con diversas estadísticas a su favor, entre ellas la que refleja que no ha perdido ante un tenista francés en sus últimos 24 enfrentamientos, desde que le batió Michael Llodra en París, en 2010.
«Fue un partido fantástico, me sentí genial desde el principio hasta el fin. Estuve súper centrado, traté de estar ahí en cada punto y no dejar que él se metiera en el partido ni tuviera ninguna oportunidad», afirmó el serbio.
Ferrer saltó a la hierba, en el tercer turno de la pista uno, tan solo un día después de su exigente duelo con el también español Roberto Bautista, pospuesto por la lluvia el pasado miércoles, y se encontró con un rival impredecible y rocoso.
Dolgopolov torturaba al español con su potente primer servicio, que Ferrer restaba con dificultades solo para que el ucraniano tuviera tiempo de subir a la red y rematarle desde allí.
El alicantino, con problemas en el tobillo que le han impedido entrenar y jugar con normalidad desde hace varios días, echó mano una vez más de su temple y, con paciencia, golpe a golpe, avanzó durante más de tres horas a través de un partido agotador que le deja por cuarto año consecutivo en los octavos de Wimbledon (6-7(6), 7-6(2), 2-6, 6-1 Y 6-2, en tres horas y 12 minutos).
El español se medirá ahora al croata Ivan Dodig, 49 del mundo, para tratar de igualar su mejor resultado hasta ahora en Londres, unos cuartos de final en los que el año pasado estuvo cerca de superar al local Andy Murray.
Londres, 29 jun (EFE).-