En su presupuesto de marzo de 2022, el gobierno federal anunció una revisión de la política de defensa de Canadá de 2017, titulada «Fuerte, seguro, comprometida”. El gobierno afirmó que esto era necesario debido a la invasión rusa de Ucrania y el “cambio del entorno global”.
Sin embargo, el problema fundamental con el esfuerzo de defensa nacional de Canadá no exige otra revisión de la política de defensa , la cuarta en 17 años. No faltan evaluaciones de amenazas a la seguridad nacional, políticas para responder a ellas e incluso recursos financieros para apoyar a los militares.
Los verdaderos desafíos residen en la falta de ejecución de la política existente.
“Strong, Secure, Engaged” proporcionó un análisis del entorno internacional que puso énfasis en el resurgimiento de la “competencia entre grandes potencias” y, en particular, las ambiciones territoriales de Rusia y China.
Obviamente, esto es más relevante hoy en día, dada la invasion rusa de Ucrania y la creciente agresión de China hacia sus vecinos .
También comprometió importantes recursos financieros para el Departamento de Defensa Nacional, aumentando el presupuesto de defensa en 553.000 millones de dólares durante los próximos 20 años.
Si bien todavía está muy por debajo del objetivo de gasto en defensa del 2 por ciento del producto interno bruto de la OTAN, se trata de un punto máximo para la financiación de defensa de Canadá en este siglo.
La política también se comprometió a entregar importantes adquisiciones de equipos a las Fuerzas Armadas canadienses.
