La Habana, 17 ago (EFE).- Disidentes cubanos denunciaron hoy que durante el fin de semana se produjeron en toda la isla más de un centenar de detenciones de activistas en diferentes marchas y manifestaciones, aunque ya todos están libertad, según confirmaron a Efe varios representantes de la oposición interna del país.
Las detenciones se produjeron dos días después del histórico 14 de agosto, jornada en la que el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, visitó Cuba para la reapertura formal de la embajada estadounidense en La Habana.
Según dijo a Efe el expreso político José Daniel Ferrer, lo ocurrido este domingo «es un claro mensaje del régimen de que están dispuestos a relacionarse con los norteamericanos y la Unión Europea pero no con los demócratas cubanos, y los que puedan poner en riesgo el poder».
La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, contó a Efe que en La Habana 37 integrantes del grupo femenino y otros 27 activistas fuero detenidos cuando participaban en la marcha que este grupo organiza cada domingo y estuvieron privados de libertad cinco horas.
Además, otros 30 activistas y siete damas de blanco fueron detenidos cuando salían de sus casas, para impedir que pudieran participar en la marcha.
Soler denunció que la mayoría de esas detenciones fue hecha con violencia y que se trata del «decimoctavo domingo represivo», en el que la Seguridad del Estado «aumentó el tamaño de la turba que moviliza para reprimir a los opositores en La Habana».
Por su parte, Ferrer, líder de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), con sede en la zona oriental de la isla, precisó que en la ciudad de Santiago de Cuba se registraron 117 arrestos de miembros de esa organización, mientras en Guantánamo y Las Tunas se reportaron 10 en cada una.
Otros siete miembros de UNPACU fueron detenidos en La Habana, cuando participaban en la marcha de las Damas de Blanco.
Subrayó que el único lugar donde las detenciones se produjeron con violencia fue en la localidad de Palmarito de Cauto, en el municipio santiaguero de Mella, donde cuatro activistas de UNPACU recibieron golpizas y hasta fueron desnudados.
Según Ferrer, el gobierno de Cuba «ha recrudecido la represión y va a continuar en la medida que haya más personas protestando por la libertad de los presos políticos y demandando respeto por los derechos fundamentales porque las dictaduras a más activismo responden con más represión».