Washington, 17 dic (EFE).- Desde 2000 ninguno de los directores gerentes del Fondo Monetario Internacional (FM) ha cumplido sus cinco años de mandato, mientras que los tres últimos, incluida ahora Christine Lagarde, acabarán pasando por los tribunales.
La Justicia francesa ha llamado a declarar como imputada a Lagarde por su presunta «negligencia» en la gestión de fondos públicos tras la indemnización millonaria concedida por el Estado al empresario Bernard Tapie en 2007, cuando era ministra de Economía gala.
Lagarde, que ha descartado anteriormente dimitir por este caso en el que el gobierno de Nicolás Sarkozy pudo beneficiar al empresario, se sentará en el banquillo el mismo año en el que se iba a enfrentar a la posibilidad de reelección para seguir encabezando el FMI por otro período de cinco años.
Esa renovación del cargo la convertiría en la primera directora gerente desde Michel Camdessus (director durante 13 años) que finaliza y repite mandato en una institución multinacional que no ha tenido mucha suerte en cuanto a la estabilidad de su cúpula, tradicionalmente ocupada por un europeo.
Horst Köhler (2000-2004), critico de la política presupuestaria estadounidense de George W. Bush, abandonó antes de tiempo su cargo para pasar a asumir la presidencia del gobierno alemán, lo que lo convierte en el único gerente que no ha sumado un escándalo judicial a su prematura salida del FMI desde que comenzó el milenio.
Le sustituyó en el cargo el español Rodrigo Rato, quien dimitió por sorpresa tras solo tres años en el puesto, debido a lo que entonces vinculó a razones personales y familiares.
La que fuera ministra de Economía del gobierno conservador de Nicolás Sarkozy no parece que vaya a tener un paso tan complicado por los tribunales como el experimentado por sus antecesores, ya que se enfrenta, si es hallada culpable, a hasta un año de cárcel y 15.00 euros de multa.
Sus predecesores inmediatos Dominique Strauss-Khan y Rodrigo Rato, mientras tanto, han pasado de ser la voz de la razón en los más importantes foros de la economía global a ver su reputación por los suelos.
Strauss-Khan fue exculpado este verano tras ser acusado de proselitismo de lujo por la justicia francesa, un caso que cobró más fuerza tras la dimisión del exministro socialista francés de su puesto a la cabeza del Fondo en 2011 por el escándalo de supuesta violación de una empleada de un hotel en Nueva York.
Rodrigo Rato, director gerente entre 2004 y 2007, es el que peor carrera ha tenido tras su salida del prestigioso FMI, al ser acusado formalmente de delitos de fraude, blanqueo y alzamiento de bienes relacionados con su gestión a partir de 2010 en la presidencia de Caja Madrid y Bankia.
Desde la salida de Michel Camdessus del FMI, en 2000, la institución no ha tenido descanso ni a la hora de recomendar recetas (en algunos casos fallidas) para crisis como las de Argentina, los mercados financieros o la Unión Europea ni en lo que se refiere a la vida personal y estabilidad en el cargo de sus directores gerentes.
Las dudas vuelven a aflorar en un organismo que parecía retomar cierta normalidad institucional tras las imágenes de Strauss-Kahn esposado en Nueva York por supuesto abuso sexual en 2011 (una acusación que luego fue retirada) y una recesión sorprendentemente prolongada en las economías avanzadas desde 2008.
La investigación por presunta corrupción cuando Lagarde era ministra francesa de Economía comenzó en 2011, apenas un mes después de haber asumido en Washington el cargo que dejó vacante su compatriota Strauss-Kahn.
Los jueces quieren determinar si hubo irregularidades en la atribución de una indemnización de 403 millones de euros al empresario Bernard Tapie en 2007, por la venta de la empresa de equipamiento deportivo Adidas.
El organismo económico al frente del cual fue nombrada por un periodo de cinco años volvió a manifestarle hoy su apoyo en un caso del que aún puede salir indemne.