Las autoridades de El Salvador anunciaron hoy la captura de un pandillero considerado como el presunto autor intelectual del ataque a tiros e incendio de un autobús en el que murieron 17 personas el 20 de junio de 2010.
El detenido es Gustavo López Huezo, quien fue capturado por la Policía el 31 de julio pasado, informó en rueda de prensa el jefe de la Unidad Especializada Antipandillas y Delitos de Homicidios de la Fiscalía General de la República (FGR), Oscar Torres.
Explicó que López Huezo utilizaba un nombre falso, bajo el cual fue detenido por el porte ilegal de un arma de fuego en Lourdes Colón (centro), pero al verificarse sus huellas digitales se estableció su verdadera identidad y ahora será acusado de homicidio.
La FGR precisó en un comunicado que López Huezo «habría sido el que originó la idea» del ataque al autobús como «represalia por el crimen de un pandillero», cometido por una mara a la que supuestamente pertenecían el conductor y el cobrador del vehículo.
La Policía también identificó a López Huezo en un comunicado como «autor intelectual del incendio» del autobús.
Torres apuntó que López Huezo fue quien proporcionó la gasolina usada para incendiar el autobús y también mató a tiros al conductor.
La masacre fue perpetrada por supuestos miembros de la Mara 18 que detuvieron el autobús en la localidad de Mejicanos, en la periferia norte de San Salvador, rociaron con combustible a sus ocupantes, entre ellos un bebé de 18 meses, y les prendieron fuego; además, a los que intentaron escapar les dispararon.
El 8 de noviembre de 2011, un tribunal de justicia de San Salvador condenó a 66 años con seis meses de prisión a cada uno a los pandilleros Ever Alexis Martínez Méndez y Juan Antonio Borja Alvarado por su participación en la matanza como ejecutores.
Un tercer acusado, Rafael Antonio García Barbero, fue condenado a tres años de prisión por encubrimiento.
El 3 de enero de 2011 habían sido condenados a 12 años y seis meses de prisión un matrimonio y su hija vinculados a la masacre y en cuya casa se decomisaron drogas y armas, una de ellas utilizada en el ataque al autobús.
La masacre, que conmocionó al país, fue calificada en su momento por el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, de «terrorismo puro».
La violencia de pandillas es uno de los problemas más graves que enfrenta El Salvador, aunque los homicidios han bajado en alrededor de 52 % desde marzo de 2012 por una «tregua» o pacto de no agresión entre esos grupos, según las autoridades.
San Salvador, 8 ago (EFE).-
