Isla Margarita (Venezuela), 18 sep (EFE).- La declaración final de la Cumbre del Movimiento de países No Alineados (MNOAL), que concluyó hoy en la isla venezolana de Margarita, llama a «consolidar y revitalizar» el bloque, integrado por 120 naciones que representan más de la mitad de la población mundial.
Además, la declaración hace hincapié en «la eliminación de las armas de destrucción masiva», reafirma su compromiso con la «promoción y protección de todos los derechos humanos» y aboga por la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El texto, que contiene 21 puntos de acuerdo a lo largo de once páginas, señala además que «el terrorismo constituye una de las más graves amenazas a la paz y seguridad internacionales», y recoge la «enérgica condena» de los países del movimiento a los actos terroristas «en todas sus manifestaciones y formas, cualesquiera que sean sus motivaciones, donde quiera y por quien quiera los haya cometido».
La declaración de Margarita defiende «el diálogo entre civilizaciones» y exige la retirada de Israel de los territorios palestinos ocupados desde 1967, incluido Jerusalén Este, al tiempo que aboga por la solución de dos Estados para ese conflicto.
Con respecto a la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, los no alineados instan a «transformarlo en un órgano más democrático, eficaz, eficiente, transparente y representativo, en consonancia con las realidades geopolíticas actuales».
Asimismo, los países del MNOAL consideran que la transferencia de tecnología desde los países desarrollados, «en condiciones favorables, es vital para garantizar el desarrollo sostenible, en beneficio de todos los pueblos del mundo».
Además, instan a los países desarrollados a «cumplir sus compromisos de otorgar financiación, transferir tecnología adecuada y fomentar las capacidades de los países en desarrollo» para combatir el cambio climático.
La declaración expresa su preocupación por «los efectos negativos que los paraísos fiscales pueden tener en la economía mundial, en particular en los países en desarrollo», aunque no recoge finalmente la propuesta abanderada por Ecuador y apoyada por muchos otros países miembros de crear un instrumento en la ONU para luchar contra ellos.
Los no alineados reafirman «la responsabilidad de los gobiernos, a todos los niveles, de salvaguardar y proteger los derechos de los migrantes», y destacan las «agudas emergencias humanas que provoca el elevado número de refugiados».
Por último, los miembros del MNOAL reafirman su «profunda preocupación» por el uso de los medios de comunicación «como una herramienta de propaganda hostil contra los países en desarrollo con el objetivo de socavar sus gobiernos».