El tráfico de la Ciudad de México es considerado uno de los peores en el mundo, pese a ello, en 2017 los automovilistas capitalinos robaron horas a los embotellamientos, aunque sólo fueron cuatro.
Así lo reveló el Ranking Global de Tráfico 2017 de INRIX, una compañía con sede en Estados Unidos especializada en el análisis de tráfico y gestión del transporte.
Dicho reporte indica que en 2017 los automovilistas pasaron 58 horas al año, es decir, 2.4 días, atrapados en el tráfico vehicular.
En el mismo ranking de 2016, la cifra fue de 62 horas atrapados en los embotellamientos, por lo que los automovilistas chilangos recuperaron cuatro horas de vida.
A nivel nacional, la Ciudad de México tiene el peor tráfico, pero esto debido a que forma parte del Valle de México, donde hay cerca de 5.5 millones de vehículos automotores.
De hecho, el parque vehicular del Valle de México creció más del doble de 1990 a 2015, al pasar de dos millones a 5.5 millones de autos y se estima que a un ritmo de 250 mil unidades por año, para 2020 habrá 7.5 millones de vehículos circulando en las calles.
Dicho aumento del parque vehicular provocó la disminución de las velocidades a las que se circula en la Ciudad de México: en 1990 la velocidad promedio era de 39 kilómetros por hora, en 2015 se redujo a 12 kilómetros por hora y se estima que actualmente en hora pico es de 8 kilómetros por hora.
Tras la Ciudad de México, a nivel nacional, le siguen urbes como Matamoros, donde desperdician 33 horas al año en el tráfico; Guadalajara, con 32 horas y Monterrey, con 30.
Asimismo Tula, con 28 horas al años atrapados en embotellamientos; Guanajuato, con 27 horas; Tijuana con 26; Reynosa y Puebla, con 25 horas, respectivamente.
Ponen en duda ranking
Salvador Medina, consultor en movilidad y urbanismo, dijo en entrevista que deben conocer los detalles y la metodología del ranking para saber exactamente lo que están midiendo, debido a que no hay ni menos coches en las calles ni los automovilistas hacen menos tiempo a sus destinos.
En su opinión, acciones como el endurecimiento del Hoy no circula, la reducción de los límites de velocidad y los incrementos al precio de los combustibles pudieron reducir el número de viajes.
“Medidas que se hayan hecho para mejorar el tema de la congestión, pues la verdad que son muy pocas cosas. No es que haya menos autos en las calles, al contrario, hay más”, criticó.
El proyecto de transporte masivo más reciente en ponerse en marcha fue únicamente la Línea 6 del Metrobús, que corre de Aragón a El Rosario y es usada por más de 200 mil personas en un día laboral.
Por ello Salvador Medina señaló: “algo que pudo haber ayudado fue la reducción en los límites de velocidad; si todos circulan a la misma velocidad y de forma relativamente pareja, hay menos tráfico”.
No obstante, consideró que todavía falta mucho por hacer para descongestionar las calles, como la implementación de más kilómetros de transporte público masivo.
Asimismo la construcción de más ciclovías, mejorar las banquetas para garantizar una movilidad peatonal segura u ofertar vivienda más barata en lugares céntricos, para evitar viajes en auto.
Otra medida que consideró que debe aplicarse son los llamados cobros por congestión, es decir, que los automovilistas paguen una tarifa por circular en una cierta zona, ya que con ese recurso se pueden financiar proyectos de transporte público de calidad y liberar las calles del tráfico.