Un buzo de la Guardia Costera de EE. UU. desafió el fuerte frío para llegar a un automóvil parcialmente sumergido en el agua cerca del borde de las Cataratas del Niágara, para tratar de rescatar al conductor que se encontraba al interior.
El suboficial de segunda clase Derrian Duryea descendió de un helicóptero, se subió al automóvil y sacó el cuerpo de la única ocupante, una mujer de unos 60 años.
Varios videos mostraron a Duryea azotado por los vientos y rociando agua mientras lo bajaban hacia el automóvil a través de la nieve que caía. Después de girar lentamente y pasar junto al automóvil, pudo agarrarse del lado del pasajero, abrir la puerta y entrar.
Aproximadamente dos minutos después, con el agua subiendo alrededor del vehículo y sobre el precipicio unos 50 yardas (metros) río abajo, Duryea emergió e hizo una señal al helicóptero, que luego lo levantó a él y al conductor inmóvil del agua.
«Los rescatistas nunca habían sido llamados a un vehículo tan cerca del borde. No estaba claro cómo llegó el automóvil al río Niágara», aseguró el capitán de la policía del parque Christopher Rola en una rueda de prensa.
Los testigos confesaron haber visto el carro flotando cerca de un puente peatonal, por donde se creía que había entrado. Las carreteras de la zona estaban resbaladizas en medio de la nieve ligera.
La policía de State Park confirmó que una mujer de unos 60 años fue sacada del vehículo. Las autoridades indicaron que la mujer vivía en el área. Su nombre no fue revelado hasta que se notificara a los familiares.
“La Autoridad de Energía redujo los niveles de agua, se utilizaron drones y el helicóptero del Sheriff del condado de Niágara para determinar los ocupantes del vehículo. Se observó un cuerpo en el asiento del conductor ”, explicó la policía de New York Park en un comunicado.
Luego del rescate, el vehículo permaneció a unas 50 yardas (metros) del borde de las Cataratas Americanas, una de las tres cascadas que conforman las Cataratas del Niágara.
