Cuba entregó hoy a las autoridades de EE.UU. al matrimonio estadounidense acusado de secuestrar a sus dos hijos en Florida, donde vivían bajo custodia de su abuela, y huir con ellos a la isla en un barco, y se encuentran ya detenidos.
Los padres fueron recluidos en una cárcel del condado de Hillsborough, en la costa oeste floridana, a la espera de comparecer ante un tribunal para que se les presenten los cargos, dijo a Efe un portavoz de la policía de ese condado.
Los padres, Joshua Michael Hakken, de 36 años, y su esposa, Sharyn Patricia, de 35, así como sus dos hijos menores, Chase Julian y Cole Travis, fueron entregados por Cuba a EE.UU. después de que, sin permiso, los progenitores huyeran con los niños a la isla.
Los niños fueron sacados de la casa de su abuela materna por Hakken, aunque su esposa también participó en el secuestro de Julian y Travis, de 3 y 5 años, respectivamente, según la denuncia presentada a la Policía.
El suceso ocurrió la madrugada del 3 de abril cuando «Joshua Hakken entró en la vivienda de su suegra y la ató. Luego despertó a los niños, los sacó de la casa en pijama y huyó con ellos en el automóvil de su suegra», agregó la Policía en un comunicado.
Una vez que la mujer logró liberarse de las ataduras llamó a la Policía y denunció el secuestro de los niños. Durante la investigación, los agentes encontraron abandonado el vehículo en el que supuestamente el padre se los llevó.
Los padres utilizaron posteriormente una embarcación para huir con los niños a Cuba, donde atracaron en el centro turístico Marina Hemingway, ubicado al oeste de La Habana.
En declaraciones a los medios hoy, los abuelos de los niños expresaron su alivio por tener a sus nietos de vuelta y seguros en Estados Unidos.
Al conocerse el secuestro, las autoridades de Luisiana hicieron públicos detalles de los padres y los motivos por los que se les había retirado la custodia de los niños en 2012.
Explicaron que en junio del año pasado la policía atendió una queja de que la pareja estaba causando alboroto en una habitación de un hotel de Luisiana, donde también estaban los niños y donde posteriormente se encontraron drogas y armas.
Cuando los agentes llegaron notaron un comportamiento raro y, entre otras cosas, el matrimonio explicó que estaban «completando su viaje final» y que estaban atravesando el país para «viajar al Armagedón».
El hombre fue detenido y las autoridades de ese estado sureño se hicieron cargo de la custodia temporal de los niños. Pasado un tiempo, decidieron concedérsela a la abuela materna, residente en Florida.
Sobre el padre pesan nueve cargos por delitos de secuestro, interferencia con la custodia, negligencia infantil y robo de automóvil, entre otros delitos, y su esposa está considerada cómplice.
Las autoridades cubanas comunicaron la presencia de esta familia en Cuba este lunes a la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana y posteriormente al Departamento de Estado en Washington.
En una nota, suscrita por la subdirectora del área de EE.UU. de la Cancillería cubana, Johana Tablada, divulgada el martes se indicó que desde el primer momento «se intercambiaron notas diplomáticas» y se mantuvo una «comunicación profesional y permanente» entre ambos países para «garantizar la integridad y bienestar de los menores».
EFE