Cuba desmintió el viernes una declaración de Estados Unidos de que ese país le vendió medicinas el año pasado, y una vez más rechazó el embargo que enfrenta mientras padece la pandemia del coronavirus.
“El bloqueo tiene un gran impacto en la vida cotidiana de la población”, expresó durante una entrevista con The Associated Press el doctor Lázaro Silva, vicepresidente de Medicuba, el organismo estatal que importa insumos para la sanidad. “Hay un grupo de recursos que nosotros adquirimos y que comprar en Estados Unidos nos favorecería porque es un mercado mucho más cercano”.
En años anteriores se hizo contacto con unas 60 firmas de insumos médicos, indicó Silva, pero sólo dos contestaron, entre ellas Bayer, que fue la única con la que se logró un acuerdo en 2019. Sin embargo, tampoco se pudo ejecutar, pues la empresa alegó que se había vencido su permiso del Departamento del Tesoro.
El embargo que Estados Unidos le aplica a Cuba desde hace 60 años tiene ciertas excepciones para las medicinas y los alimentos. En la década pasada hubo intercambio _sobre todo en comida_, pero éste se fue paralizando luego de que el presidente Donald Trump endureció las condiciones y congeló la política de acercamiento establecida por su predecesor, Barack Obama.
Esta semana, el subsecretario de Estado interino para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak, escribió en su cuenta de Twitter que en 2019, Estados Unidos “exportó millones de dólares de productos médicos” a Cuba, y que decir lo contrario era una campaña de desinformación del gobierno de la isla. La encargada de negocios de Washington en Cuba, Mara Tekach lo repitió en un video difundido en las redes sociales.
Silva negó lo dicho por los funcionarios estadounidenses.
“Invito a que muestren las evidencias de que a Medicuba le han estado vendiendo medicamentos, y Medicuba es el único que importa medicamentos”, señaló.
En cambio, reconoció que sí se adquieren algunos productos para enfermedades específicas a través de terceros países o en reventa.
Por su parte, el doctor Néstor Marimón, director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud, aseguró que en el último año Cuba perdió 160 millones de dólares por las sanciones estadounidenses en el ámbito de la salud, teniendo que ir a comprar a lugares alejados con fletes caros, por ejemplo.
Durante el gobierno de Trump, el embargo “se ha recrudecido, y con la epidemia ese recrudecimiento es mayor porque necesitamos (medicamentos) de forma urgente, ágil, y tenemos que recurrir a mercados lejanos”, denunció.
El objetivo de Trump es asfixiar a la economía isleña para presionar a que haya un cambio político.
“El bloqueo ya de por sí es cruel. Esa crueldad se duplica y se triplica cuando usted no alivia esas medidas para permitir resolver medicamentos y equipos para personas que están sufriendo una epidemia”, expresó Marimón.
Algunos países, incluido Argentina, así como la alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, y grupos eclesiales, le han solicitado a Estados Unidos que cancele las sanciones a Cuba y Venezuela para facilitar la lucha contra el COVID-19.