Cuba anunció medidas que alivian las restricciones a sus ciudadanos que viven en el extranjero mientras la nación gobernada por comunistas continúa lidiando con un éxodo sin precedentes de inmigrantes hacia Estados Unidos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores explicó que los pasaportes serían válidos por 10 años, en lugar de seis, para los cubanos mayores de 16 años y reducirían en más de la mitad los costos asociados con la renovación de los documentos de viaje fuera de la isla.
El ministerio también eliminó el requisito de que los cubanos paguen una tarifa cada dos años, incluso antes de que expiren sus pasaportes, para mantener su estado activo.
Las nuevas reglas entran en vigencia el 1 de julio, sostuvo Ernesto Soberón, director de Asuntos Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Agregó que las medidas están enfocadas en «el fortalecimiento de los vínculos con la comunidad cubana en el exterior».
Cuba limitó durante décadas la emigración de sus ciudadanos, y muchos cubanos que viven en el exterior se quejan de los apuros burocráticos y las tarifas exorbitantes por mantener vínculos y renovar documentos de viaje con su país de origen.
Más de 300.000 cubanos llegaron a la frontera de Estados Unidos el año pasado, según datos de la Patrulla Fronteriza y Aduanas de Estados Unidos, un éxodo récord en medio de una crisis económica sin precedentes.
La migración fuera de la isla ha acentuado aún más la economía del país, que ya está casi colapsada, y pesa mucho sobre la sociedad cubana, con muchas familias rotas y dispersas por todo el mundo.
