La actriz Cristela Alonzo creció escuchando que las mujeres de su familia solo cortaban cabello o limpiaban cuartos de motel, y en esa vida se inspiró el personaje del auto amarillo Cruz Ramírez, al que ella da voz en «Cars 3».
Se trata de un simpático carro que acapara las miradas en el tercer y hasta ahora último capítulo de una de las franquicias más exitosas del estudio de Disney y Pixar.
El veloz Rayo McQueen se hace veterano y, después de una década de triunfos, comienza a ser acosado por nuevos corredores que básicamente le hacen comer el polvo.
¿Llega al final de su carrera? ¿Qué papel juega Cruz Ramírez? Las respuestas están en la película que se estrena el viernes en Estados Unidos y el martes en mercados latinoamericanos como Argentina y Chile.
Lo que podemos adelantar es que el auto #95 -en la voz de Owen Wilson- es uno de esos atletas que se rehúsa a que le digan que está viejo, que ya no puede correr más y que es hora de colgar los botines… o las llantas en su caso.
Y en el medio de ese proceso, que el debutante director Brian Fee define como una «transición» para el corredor, se encuentra con Cruz, quien hasta en el mundo de fantasía de Disney, donde todo es posible, lo tiene cuesta arriba para triunfar en el automovilismo.
La cinta, que contó con tecnología más avanzada de animación, rinde además homenaje a cuatro leyendas del automovilismo, como Junior Johnson, que incluso interpretó frente al micrófono a Junior «Midnight» Moon. Se asesoraron con la liga Nascar y usaron pilotos activos para hacer algunas voces.
«Cuello azul»
El personaje de Cruz fue pensado primero para ser masculino, pero en medio del proceso se decidió que fuera mujer.
Así, la coprotagonista se convirtió en una mujer latina, que nació soñando con ser corredora y siempre fue abofeteada por la realidad.
«Crecí en una ciudad fronteriza [Hidalgo, Texas] donde la actuación estaba a millas de distancia. Siempre pensé que terminaría haciendo un trabajo de cuello azul [servicio] como el resto de mi familia, y mis maestros me enseñaron que si realmente tenía un sueño, que lo persiguiera», dijo Alonzo durante la presentación a la prensa del filme en Anaheim (California, suroeste).
«Por eso me gusta tanto esta película, porque es lo mismo», siguió la comediante de 38 años, que mencionó entre sus mentores a su madre, una inmigrante mexicana: «Sacrificó mucho para que yo tuviera una oportunidad de vivir mi sueño».
El productor Kevin Reher explicó que la creación de Cruz se inspiró en varios pasajes de la vida de Alonzo.
Cruz era una niña que soñaba con ser auto de carreras y aunque tenía todas las habilidades, solo consigue un puesto de entrenadora, que ejerce con pasión y una sonrisa… en la capota.
«Tratamos de hacer un elenco acorde al personaje, a lo que sentía, [al sentimiento] de ‘no pertenezco, no soy como ellos’ (…). Tiene sentido entonces que sea un personaje femenino en un deporte dominado por los hombres, pero que además sea una minoría en este país», explicó el director Brian Fee.
La película comenzó a ser concebida hace seis años, pero llega a la gran pantalla durante la presidencia de Donald Trump, que irrumpió en el poder con la promesa de deportar 11 millones de indocumentados, la mayoría de México.
«El muro y Trump es algo nuevo para nosotros. Pero Cruz es un personaje que buscaba abrirse camino desde hace cuatro años», señaló el productor Kevin Reher, reafirmando que los conceptos de diversidad y multiculturalismo siempre estuvieron presentes en el guión.
Los latinos son la primera minoría de Estados Unidos –más de 16% de la población-, y Pixar tiene previsto lanzar su nuevo proyecto «Coco», una «carta de amor a México», como la describió su director, Lee Unkrich.
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